El joven se encontraba internado La Casa de Retiro Alberione, donde religiosos se rehabilitan de prácticas indebidas.
Un hombre de 26 años se suicidó colgándose de un árbol dentro de una casa que la Iglesia Católica tiene destinada para rehabilitar a religiosos que incurren en prácticas de homosexualidad, pederastia y alcoholismo.
La Casa de Retiro Alberione funciona desde hace una década en el municipio de Tlaquepaque, cercano a la ciudad de Guadalajara, brindando atención a sacerdotes del país, según confirmaron autoridades eclesiásticas.
El joven fue identificado como Javier Alejandro Jiménez Muñoz, quien al momento de su muerte vestía un hábito de color café, portaba un crucifijo en el pecho y a un costado del árbol colocó una imagen de una virgen, dijeron a la prensa los socorristas que recogieron el cuerpo.
Sergio Rodríguez Hinojosa, responsable de la casa, aseguró ante la Fiscalía del estado de Jalisco, al que pertenece Guadalajara, que este edificio es "de integración para sacerdotes y religiosas".
Añadió que Javier tenía aproximadamente un mes internado en este centro y solamente había ido a visitar a sus familiares en Semana Santa, a la central ciudad de León, para quienes dejó cuatro cartas póstumas, pero no dio más detalles.