Jaguares. (Archivo)
El Universal
MÉXICO, DF.- Jaguares es el único grupo hispano que participa en el disco Instant Karma (que en América Latina se titula Make Some Noise), con el que la organización Amnistía Internacional convocó a figuras mundiales de la música a regrabar temas de John Lennon.
Las regalías del disco, que se lanza a nivel internacionales el 12 de junio, ayudarán a las víctimas del conflicto armado de Darfur, en Sudán, África.
A propósito de su inclusión en el proyecto, el vocalista de Jaguares, Saúl Hernández, escribe un texto sobre la atroz situación que atraviesa Darfur.
Futuro: tiempo que todavía no ha llegado, que está próximo en el espacio, que no ha sucedido.
Imagina que no existe el cielo/ es fácil si lo intentas/ Sin un infierno abajo,/ sólo el cielo sobre nosotros./ Imagina a toda la gente/ viviendo el hoy./ Imagina que no hay países,/ no es difícil de hacer/ Nada por quien matar o morir./ Y tampoco religión,/ imagina a toda la gente/ viviendo la vida en paz... John Lennon.
Parece ser que en el futuro existe una cierta esperanza de creer en sus desconocidos caminos, que nos revelaría una posibilidad de vida mucho mejor de la que ahora tenemos, pareciera que cierta fe de existencia radica en lo desconocido, como si el futuro nos fuese a revelar una estabilidad en todos los sentidos en todas las visiones, sobre todo la ilusión de tener la utopía soñada, la paz.
Desgraciadamente el presente nos muestra otra realidad en el tiempo. Sudán es una de las regiones con mayor crecimiento económico en África. Sin embargo, sus conflictos civiles han desviado por dos décadas sus recursos petroleros a otras áreas, dejando a su gente, en completa pobreza.
Desde su independencia de Gran Bretaña en 1956, Sudán ha estado envuelto en guerras civiles, el génesis de los enfrentamientos proviene de diferentes horizontes, tal pareciera que esta región esta condenada a ser acorralada, humillada, pisoteada, violada, cercenada desde su origen, desde su propia tierra.
Tal pareciera que la única intención es la destrucción de si misma, así sin piedad, en silencio, lentamente abandonada a la soledad y a su dignidad.
Las diferencias religiosas entre los musulmanes del norte y los cristianos y animistas del sur, el gran desequilibrio de desarrollo, la distribución del poder político y económico y la lucha interminable por el control de los recursos naturales, (por ejemplo: En el norte se concentra la actividad comercial y agrícola, las redes de transporte terrestre y marítimo, en el sur se encuentran las tierras de Renk, la zona petrolífera de Benitu y los yacimientos de níquel y uranio), han llevado a Sudán a uno de los genocidios mas alarmantes en los últimos tiempos.
Darfur, al oeste de Sudán, región árida, pobre y nada beneficiada por el destino, se ha transformado en uno de los conflictos más sangrientos de los últimos años, el genocidio más grande de este nuevo siglo y una herida muy profunda en la historia de la humanidad.
El acceso a tierras y áreas de pastoreo en la región de Darfur ha generado desde hace tiempo disputas entre árabes nómadas los Yanyauid, grupo de milicianos formado por miembros de las tribus de los Abbala (criadores de camellos de etnia árabe) y los agricultores negros de los pueblos de No Baggara, grupos étnicos como Fur, Masalit y Zaghawa.
A principios de 2003 milicias árabes conocidas como Janjaweed (esta palabra, una expresión coloquial árabe, significa un hombre con una pistola sobre un caballo) y parte de las tribus nómadas árabes, comenzaron a atacar a la población agrícola de Darfur (con un color de piel más negra), se les acusa de armar una campaña de limpieza étnica, buscando expulsar a esta población de grandes extensiones de tierra.
El gobierno sudanés ha negado su apoyo a los grupos milicianos árabes; sin embargo, les ha dado la facilidad de armarse contra los grupos agrícolas de Fur, Zaghawa y Masalit. Quedando como mercenarios en este conflicto China y Rusia, al abastecer al gobierno de Sudan de armas que han sido utilizadas para cometer abusos e injusticias en Darfur, violando así un embargo de Naciones Unidas. Las pruebas son contundentes.
Moscú y Pekín rechazan las acusaciones.
Finalmente todo este conflicto ha desencadenado una de las crisis humanas más desoladoras de la actualidad. Se estiman más de 300 mil muertes entre los conflictos, enfermedades y hambre. Más de medio millón de desplazados, 200 mil se encuentran refugiados en Chad.
Más de dos millones de personas han huido de sus aldeas a campamentos y ciudades sufriendo así la falta de comida y de medicinas.
Las agencias de ayuda estiman que mas de un millón de niños están al borde de morir de hambre. Cientos de miles de mujeres y niñas han sido violadas y torturadas sistemáticamente por los Janjaweed.
Un reporte de las Naciones Unidas informó que se necesitan 434 millones de dólares solamente para la recuperación de las necesidades humanitarias en Sudán, la Comisión Europea donará 20 millones de euros.
“Imagina que no hay posesiones,/ me pregunto si puedes.
Sin necesidad de codicia o hambre,/ una hermandad de la humanidad”.
NOTA REL
Piden apoyo para ‘hacer ruido’.
El fundador de Jaguares explica por qué la banda mexicana se une a las campañas de Amnistía Internacional Arrieros somos y en el camino andamos.
Jaguares y Amnistía Internacional han trabajado juntos en varias áreas, pero más específicamente por las muertas de Juárez (por cierto, les paso el dato, sabiendo que para algunas personas resulta aburrido y monotemático este tema, ¿deprimente que sea así, no? Desde enero de 2007 hasta la fecha, van 90 mujeres asesinadas en Ciudad Juárez, Chihuahua con esta cifra se calculan más de 400 mujeres asesinadas y nuestro gobierno tan perfumado y bien vestido se resguarda en el ejército para mantener su fuerza. Qué ironía es México).
Esta relación con Amnistía lleva al grupo Jaguares a ser parte de una de las campañas más sensibles que se han hecho.
La invitación llegó de parte de Art for Amnestyy en Irlanda, quienes han trabajado incansablemente en este proyecto (www.artforamnesty.org)
Jaguares y Amnistía te pedimos que te unas a nosotros, a elevar el conocimiento de lo que está sucediendo en Darfur y a pedir justicia. Yoko Ono cedió los derechos autorales de las canciones de John Lennon como solista a Amnistía Internacionaal para promover este esfuerzo urgente y los derechos humanos en todo el planeta.
