A quirófano ingresó de inmediato la integrante de la UCCO para ser atendida; la reportan estable.
EL SIGLO DE TORREÓN
Durango, durango.- Minutos después de las 7:00 de la mañana de ayer un comando armado a bordo de dos camionetas tipo Suburban y una Expedition, arribaron al fraccionamiento San Juan, en donde se ubica la casa del comandante Sergio Muñoz, de la Unidad Contra el Crimen Organizado (UCCO), perteneciente a la Dirección Estatal de Investigación (DEI) y con lujo de violencia lo “levantaron” y se lo llevaron con rumbo a la carretera a Parral.
A las 7:20, a la cabina de radio de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) se comunicó la familia de Sergio Muñoz para informar sobre el “levantón” por lo que se inició un operativo en las inmediaciones del fraccionamiento citado observándose las unidades a toda velocidad por el bulevar Francisco Villa.
Tras las investigaciones iniciales se logró conocer que las camionetas de los raptores iban circulando por la carretera a Parral, por lo que más de diez unidades de la Procuraduría comenzaron la persecución y dieron alcance a los delincuentes en las inmediaciones del poblado Donato Guerra, perteneciente a Canatlán, donde se registró la primera balacera y prosiguieron su camino hasta la localidad Arnulfo R. Gómez, del mismo municipio, donde se tiene el reporte del segundo fuego cruzado.
Durante los dos enfrentamientos perdieron la vida los agentes de la UCCo Jesús Rosales Acosta y Alfredo Monárrez Valderde, además de resultar herida la agente Sandra Luna Martínez, con una lesión en el fémur del lado derecho.
Sobre estas primeras balaceras los agentes informaron que cuando iban por el kilómetro 83 los delincuentes los estaban esperando abajo de los vehículos y en medio de la carretera abrieron el fuego y rociaron la unidad del UCCO, donde por lo menos se apreciaron 100 casquillos percutidos de armas de alto calibre.
Antes de las 8:30 de la mañana de se dio aviso al hangar del Gobierno del Estado en el Aeropuerto de la capital, que iban a salir dos helicópteros para apoyar en el enfrentamiento de delincuentes contra la Procuraduría.
A las 9:00 horas, tras recibir órdenes precisas por el procurador, tanto agentes de la DEI como de la Dirección Municipal de Seguridad Pública (DMSP) realizaron un operativo de seguridad en las inmediaciones de la clínica del ISSSTE, donde avisaron que llegaría el helicóptero con tres agentes lesionados.
Policías se atrincheraron en la entrada de la puerta de emergencia de la clínica y en la entrada de la Escuela Normal del Estado, donde se presumía que aterrizaría la aeronave, sin embargo, después de 45 minutos informaron que sólo un agente era el que recibiría atención médica, puesto que los otros dos estaban muertos y que el ISSSTE ya no sería el lugar del internamiento, sino que se dirigían al Hospital San Jorge, donde efectivamente a las 10:20 ingresó con una herida producida por arma de fuego en la pierna derecha la agente Sandra Luna Martínez, de 35 años.
La agente lesionada fue traída desde Donato Guerra a bordo de una camioneta Ford, de la línea Lobo, de servicio particular, por que los helicópteros decidieron perseguir a los delincuentes, pues al parecer todavía llevaban al comandante Sergio Muñoz y no podían disparar en contra de las Suburban para no arriesgarlo.
El paramédico de la Cruz Roja de Canatlán, Hugo Enrique Romero, quien venía atendiendo a Sandra Luna, corroboró la versión de dos policías muertos e informó que la lesión de la lesionada no ponía en riesgo su vida.
A las 10:30, en San Lucas de Ocampo, San Juan del Río, cuando los helicópteros ya habían localizado los vehículos de los delincuentes pretendían bajar a interceptarlos, pero de una de las Suburban se bajaron los malhechores y abrieron fuego en contra de las aeronaves por lo que tuvieron que tomar altura nuevamente y dieron aviso a los agentes destacamentados en el municipio de Rodeo, quienes intentaron montar un retén para tapar el paso en la carretera junto a los policías municipales.
A punto estaban de llegar a la carretera los agentes de Rodeo, cuando pasaron a toda velocidad las tres camionetas de los delincuentes sin que pudieran haber hecho algo para retenerlos, así por cada destacamento que pasaban se iban incorporando policías hasta formar un grupo de cerca de 50 agentes.
Después de varios kilómetros de persecución, después del intento de detención en Rodeo, los asesinos tomaron un camino de terracería hasta llegar al poblado San José del Tizonazo, municipio de Indé, donde se atrincheraron y decidieron abrir fuego nuevamente contra los agentes.
Para ese momento, elementos del Ejército Mexicano ya iban en camino al lugar señalado, pues altos mandos de la Procuraduría sabían que esto no se trataba de un grupo de delincuentes comunes, sino de todo una asociación estructurada que se estaban cobrando algo, o que simplemente estaban intimidando a las autoridades para establecerse en Durango.
A las 12:30 en el lugar conocido como La Factoría, cerca de San José del Tizonazo, se registró otra balacera en donde perdió la vida Sergio Muñoz, quien era el que había sido “levantado”, sin que se conociera cómo sucedieron los hechos del deceso del comandante, sólo se oficializó la información por parte de la PGJE sin dar más detalles, aunque se presume que los delincuentes les “aventaron” el cadáver para que ya no los siguieran.
En ese momento, al conocer los agentes de la muerte de Sergio Muñoz, fortalecieron el ataque y lograron matar a tres de los bandoleros.
A las 13:00 horas, en anfiteatro del Sabino recibieron los cuerpos de los dos primeros agentes caídos en el cumplimiento de su deber, a los que se les apreciaron múltiples heridas producidas por proyectil disparado por arma de fuego.
A las 14:00 horas, tres de los cabecillas de la banda de delincuentes interceptaron a un sujeto que iba circulando en un vehículo y los amenazaron para que los llevara a Las Nieves, municipio de Ocampo, en donde ya los estaba esperando un piloto en una avioneta y se dieron a la fuga.
Los malhechores se dispersaron estando en el municipio de Indé y todos los pilicías que se habían incorporado de Santiago Papasquiaro, de Canatlán, de El Oro y los que iban llegando de la capital, lograron detectar a tres que, aún en la Suburban, se dirigían a Parral, Chihuahua.
A las 14:30, uno de los helicópteros aterrizó en San José del Tizonazo y recogió el cuerpo de Sergio Muñoz, con intención de trasladarlo a la capital del Estado.
A las 15:00, personal del Servicio Médico Forense (Semefo) se dirigió al Aeropuerto de la ciudad capital para recibir el cuerpo de Sergio, sin embargo, optaron por que los agentes de Servicios Periciales se trasladaran a bordo de una avioneta hasta el lugar de los hechos y el cadáver lo transportarían hasta el anochecer.
A las 15:05, elementos de la DEI, ya en la ciudad de Parral, arribaron al aeropuerto viejo El Refugio, donde sólo vieron cómo despegaban dos avionetas donde huían al parecer tres de los maleantes.
Los agentes encontraron en las inmediaciones de la pista la camioneta Suburban de color negro y sólo esperaban a los agentes de Servicios Periciales para indagar sobre su procedencia y tomar huellas dactilares, conociéndose extraoficialmente que encontraron entre las pertenencias de los fascinerosos granadas y tripiés para montar ametralladoras.