De acuerdo a Banco de México, el Seguro Popular podrían generar incentivos hacia la informalidad para algunos segmentos de la población ocupada.(Archivo)
MÉXICO, DF.- El gobernador del Banco de México (Banxico), Guillermo Ortiz Martínez, afirmó que ciertos programas sociales como el Seguro Popular podrían generar incentivos para que algunos segmentos de la población ocupada prefieran mantenerse en la informalidad.
En la presentación del libro “Informalidad: Exclusión y Escape”, del Banco Mundial (BM), aseguró también que esta política de protección social tiene un efecto adverso sobre las finanzas públicas del país.
Opinó que el Seguro Popular, introducido por la administración federal pasada, busca extender algunos de los beneficios de la seguridad social que perciben los trabajadores formales a individuos que se encuentran en el sector informal. Así, reiteró, este hecho convierte al mencionado programa en un incentivo adicional para mantenerse en la informalidad, lo que a su vez puede incidir negativamente sobre la productividad de la economía.
Si bien este programa brinda un apoyo importante a los trabajadores más desprotegidos, también podría estar incentivando un mayor nivel de empleo informal, subrayó Ortiz Martínez.
Comentó que el sistema de seguridad social en el sector formal es financiado a través de las cuotas obrero patronales, que no necesariamente reflejan los recursos que los trabajadores están dispuestos a pagar por los servicios recibidos.
En tanto, abundó, el seguro popular es financiado totalmente con recursos públicos, por ende el mecanismo no representa un costo para el beneficiario o su patrón, quienes perciben que los beneficios de este programa son obtenidos de manera gratuita.
En opinión del funcionario, tanto las regulaciones existentes como el diseño de la política social podrían ocasionar distorsiones en el mercado laboral mexicano, que incentivan la conformación de un sector informal grande.
Este fenómeno a su vez produce efectos indeseables ya que afecta los niveles de productividad en la economía, frena el crecimiento de las empresas, reduce los incentivos para la adopción de tecnologías de producción más eficientes y provoca presiones sobre las finanzas públicas, añadió. Para contrarrestar esto, propuso flexibilizar al mercado laboral, así como repensar el tipo de incentivos que operan en dicho mercado, a fin de favorecer una asignación más eficiente del trabajo.
En su discurso, el encargado de la política monetaria del país refirió que en los últimos cuatro años se incrementó la participación del empleo informal de 41 a 44 por ciento.
Por ejemplo, abundó, 70 por ciento del valor bruto de la producción de la actividad informal se generó en actividades de comercio, 34 en servicios comunales sociales y personales y 18 por ciento correspondió a actividades manufactureras.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), el sector informal basado en el tamaño de los establecimientos, involucró a casi 30 por ciento de la población ocupada en 2007, agregó.