Las integrantes del seleccionado mexicano femenil celebran su victoria de 3-2 ante su similar de Estados Unidos. (EL UNIVERSAL)
El 3-2 ante Estados Unidos no fue una victoria cualquiera para México. Sobre todo si tomamos en cuenta que ocurrió ante un rival que hasta este viernes se había convertido el verdugo de las selecciones mayores.
Las dirigidas por Leonardo Cuellar cambiaron la historia en el Estadio Maracaná y demostraron que "sí se puede". "Fue un partido muy fuerte y disputado. Sabíamos que el equipo de Estados Unidos tiene un excelente futbol pero respondimos. Ganamos porque generamos muchas jugadas de peligro y ahora si supimos concretar", dijo el estratega tricolor.
Cuellar modificó su esquema al medio tiempo ante la falta de contundencia de las jugadoras, quienes respondieron en el momento preciso.
"Nos complicaron el juego en el primer tiempo y al inicio del segundo. Tuve que hacer algunas modificaciones porque ellas comenzaron a perder el ritmo y nosotros concretamos. Es un honor protagonizar un partido como éste en un templo sagrado", agregó.
Para Cuellar fue uno de los mejores partidos desde que comenzó a dirigir a la femenil de cara al Mundial de 1999. "Esta felicidad sólo la comparo con la ocasión en la que conseguimos el pase a los Juegos Olímpicos de Atenas 2004".