La Audiencia Nacional condenó hoy a penas carcelarias a 47 personas por pertenecer a grupos afines al grupo separatista vasco ETA.
La presidenta del tribunal, Angela Murillo, indicó que grupos como KAS, EKIN y XAKI forman el "frente" político y son parte de las "entrañas" de ETA.
La lectura de la sentencia fue interrumpida cuando más de 20 acusados, sentados en una jaula de cristal a prueba de balas, se levantaron con el puño en alto y comenzaron a cantar himnos independentistas vascos.
Tras las repetidas órdenes para que se callaran, la juez Murillo ordenó a la policía que los retirara de la jaula, tras lo cual continuó con la lectura de la sentencia. En total les fueron impuestos a 47 de los 53 acusados más de 500 años de cárcel, en penas que iban desde los dos a los 24 años.
Según Murillo, quedó demostrado que la Kordinadora Abertzale Sozialista (KAS) "era parte de las entrañas de ETA, conformando la dirección de uno más de sus frentes".
Este "frente" tenía una "vital importancia" para ETA, y era una forma de "acumulación de fuerzas", agregó la sentencia, según quedó demostrado en la documentación que las fuerzas de seguridad francesas y españolas obtuvieron en la localidad gala de Bidart en 1993 con la detención del etarra José María Dorronsoro.
Según el tribunal, EKIN, que sucedió a KAS al quedar proscrita esta última en 1998 por el juez Baltasar Garzón, era un "disfraz".
ETA ha sido culpada de más de 820 homicidios desde que empuñó las armas en 1968 para lograr la creación de un país vasco independiente.
Seis de los acusados fueron declarados inocentes.
Murillo dijo que XAKI es "el aparato de relaciones internacionales" de ETA, que actuaba en París, Bruselas y Latinoamérica mediante la proscrita "Herri Batasuna-Euskal Herritarrok".
ETA declaró una tregua unilateral en marzo del 2006 pero el 30 de diciembre de ese año mató a dos personas al detonar una carga explosiva en el madrileño aeropuerto de Barajas y en junio derogó oficialmente la tregua.
El primero de diciembre tres etarras, dos de ellos detenidos, mataron a dos guardias civiles que iban de civil y desarmados en la localidad francesa de Capebreton.
