Las siamesas de 2 años, que estaban unidas por el tórax y compartían una válvula del corazón, evolucionan favorablemente tras la operación quirúrgica en la que fueron separadas en el hospital infantil Lucile Packard de San Francisco, California (EU). (EFE)
Las siamesas costarricenses, Fiorella y Yurelia Rocha Arias, de dos años, unidas por el abdomen y el pecho, fueron separadas tras nueve horas de operación, y la posibilidad de supervivencia de ambas es del 50 por ciento, informó el Hospital Infantil Lucile Packard (California).
Las siamesas, que compartían el hígado y las válvulas derechas del corazón, fueron sometidas a una operación muy riesgosa y complicada y el resultado de la misma se desconoce aún.
"Las niñas se enfrentan a muchos obstáculos en su camino hacia la recuperación", según Gary Hartman, cirujano-jefe de la operación.
En la operación también participó el cirujano costarricense Carlos Esquivel.
La operación -es la culminación de meses de planificación por parte de varios equipos multidisciplinares.
La separación, según el hospital, fue "complicada" por el hecho de que las siamesas compartían un suministro de sangre.
Cada una de las niñas tuvo su propio equipo médico durante la operación.
Posteriormente, cada una fue trasladada a habitaciones separadas para el post-operatorio y se les asignó dos equipos de cuidado especial con representantes de los departamentos de cirugía plástica, cardiología, enfermería y anestesia, entre otros.