Los funerales de Estado del primer presidente de Rusia, Boris Yeltsin, tuvieron lugar ayer en la Catedral de Cristo Salvador.(EFE)
Los funerales de Estado del primer presidente de Rusia, Boris Yeltsin, tuvieron lugar ayer en la Catedral de Cristo Salvador, el mayor templo de la Iglesia Ortodoxa, con la presencia de las máximas autoridades rusas y dignatarios extranjeros.
Tras la ceremonia fúnebre, los restos de Yeltsin fueron enterrados en el cementerio moscovita de Novodevichi, donde descansan los restos de otras personalidades del país, entre ellos los de Raisa Gorbachov, esposa del último presidente soviético Mijail Gorbachov.
El mandatario ruso Vladimir Putin decretó al día de ayer día de duelo nacional en memoria de su antecesor y aplazó para hoy su mensaje anual sobre el estado de la nación, informó la agencia rusa de noticias Itar-Tass.
Durante los últimos 80 años, la mayoría de los líderes del Kremlin habían sido enterrados en la Plaza Roja, sin embargo Yeltsin, quien murió el lunes pasado, fue sepultado en Novodevichi, subrayando así la ruptura del ex mandatario con el pasado soviético.
En el cementerio Novodevichi descansan los restos de soñadores y artistas, más que de políticos, pues allí se encuentra las tumbas del escritor Anton Chejov, del compositor Serguei Prokofiev y el escritor Mijaíl Bulgakov, quien vivió en los tiempos de José Stalin.
La tumba de Yeltsin está cerca de la de Alexander Lebed, quien lo apoyó el 19 de agosto de 1991 durante el golpe de Estado de los comunistas contra Mijail Gorbachov, según medios rusos.
A los funerales de Yeltsin, que fueron transmitidos en directo por las principales cadenas de televisión, asistieron los ex presidentes estadounidenses William Clinton y George Bush, así como Leonid Kuchma, de Ucrania y Algirdas Brazaukas, de Lituania.
Además estuvieron los presidentes de Alemania, Horst Koehler, Kazajistán, Nursultán Nazarbáyev; Bielorrusia, Alexandr Lukashenko; Estonia, Toomas Hendrik Ilves; y Lituania, Valdas Adamkus.
Asimismo, el príncipe Andrés, Duque de York, en representación de Reino Unido, la comisaria de Relaciones Exteriores de la Comisión Europea, Benita Ferrero-Waldner y la presidenta del Tribunal Constitucional de España, María Emilia Casas.
ÚLTIMO ADIÓS
Antes del entierro, se celebró una misa de cuerpo presente que fue oficiada por el metropolitano ortodoxo Juvenali, mientras miles de personas, con flores y retratos de Yeltsin, continuaba su paso frente a su féretro, cubierto con la bandera rusa.
“Rusia vive una vida plena y regresa a sus antiguas tradiciones y prueba de ello es que por primera vez en más de cien años despedimos a un jefe de Estado en un templo”, dijo Juvenali, al leer un mensaje del patriarca de la Iglesia Ortodoxa de Rusia, Alexi II.
Es la primera vez que la Iglesia Ortodoxa rinde homenaje a un jefe de Estado ruso desde la revolución bolchevique de 1917, que instauró el Estado ateo y comunista de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).
Yeltsin no era considerado un hombre muy religioso, pero la Iglesia Ortodoxa rusa lo considera una figura clave en el cambio de su suerte.
La catedral del Cristo Salvador que ahora luce blanca, con una cúpula dorada y está situada en la orilla del río Moskova, fue dinamitada por orden de Stalin en 1931 y luego reconstruida según su modelo original en los años 90, bajo la presidencia de Yeltsin.