Los asistentes al funeral de Liviu Librescu colocan piedras y flores sobre su tumba en el cementerio de Raanana, Israel. (EFE)
El profesor salvó a sus alumnos de una muerte segura.
Liviu Librescu, el profesor de la Universidad Politécnica de Virginia que con su hazaña logró salvar a sus alumnos, fue enterrado hoy en la ciudad israelí de Raanana, donde reside uno de sus hijos.
Librescu, que murió a los 76 años cuando bloqueaba el paso al aula al asesino Cho Seung-Hui, cerrándole la puerta, será enterrado a las 10.00 hora local, informaron fuentes de la familia.
Profesor de aeronáutica y de fama mundial por sus investigaciones, Librescu nació en Rumanía y en 1977 se trasladó a Israel con la ayuda del entonces primer ministro Menahem Beguin.
Uno de sus dos hijos relató a la prensa local que su carrera en su país natal se vio truncada por negarse a jurar lealtad al partido comunista.
En 1984 se trasladó a Estados Unidos para un año sabático y finalmente acabó viviendo allí.
Sus alumnos relataron que el lunes, cuando Seung-Hui inició la matanza, el profesor bloqueó con su cuerpo la puerta del aula, lo que permitió que varios de sus alumnos salieran por las ventanas.
La prensa local ha destacado la coincidencia de que la matanza de Virginia coincidiera en Israel con la conmemoración del Día del Holocausto, al que Librescu sobrevivió cuando Rumanía se alió con los nazis en la Segunda Guerra Mundial.
Su cadáver llegó de Estados Unidos el jueves procedente de Virginia, acompañado por funcionarios consulares israelíes y su esposa, Marlena.
"El los salvó, el los salvó, era muy humano, siempre ayudaba a todos", dijo Marlena, con la que Librescu estuvo casado 42 años, a su llegada a Israel.
La hazaña del profesor fue dada a conocer por sus propios estudiantes, que han difundido el relato por mensajería electrónica.
Luto
El gobernador de Virginia Timothy Kaine declaró el viernes día de luto por las víctimas de la matanza en la universidad Virginia Tech, la peor masacre civil en la historia reciente de Estados Unidos.
En tanto, los familiares de los muertos y las autoridades pidieron a todo el mundo que centren su atención en curar las heridas abiertas y no en el autor de los hechos.
"Queremos que el mundo sepa y celebre la vida de nuestros hijos, y creemos que esa es la pieza central que genera esperanza en medio de tremenda tragedia", dijo Peter Read, cuya hija de 19 años, Mary Karen, fue muerta en la matanza. "Estos muchachos eran lo mejor de lo que ofrece su generación".
Los medios de prensa han centrado bastante atención en el perfil del estudiante surcoreano que perpetró los asesinatos. Continuamente se ha visto en televisión como los expertos analizaban los escritos, imágenes y vídeos que dejó Cho Seing-hui antes de matar a 32 personas y suicidarse.
El jueves se celebraron dos funerales privados para dos estudiantes extranjeros muertos en la masacre. El egipcio Walid Mohammed Shaalan y el indonesio Partahi Mamora Halomoan Lumbantoruan tendrán también funerales en sus respectivos países.
La policía expresó malestar por la decisión de la cadena de televisión NBC de difundir el material de Cho que recibieron por correo el miércoles.