El Ayuntamiento de Torreón ya inició el proceso para renovar la concesión del servicio de limpieza, la cual desde hace 13 años está en manos de Promotora Ambiental S.A. (PASA). La empresa presentó en octubre pasado su carta de intención de renovación del contrato y tiene hasta febrero de 2008 para dar a conocer su propuesta económica, operativa y ambiental. Será en ese mes cuando el Municipio decida si continúa PASA dando el servicio o prefiera lanzar una nueva licitación para sustituir a la concesionaria en agosto de 2009.
Hacer memoria a estas alturas es importante para evitar que se repitan errores. Desde un principio se dijo que el contrato firmado en 1994 entre el Gobierno Municipal, entonces a cargo de Mariano López Mercado, y PASA era leonino y completamente favorable a la empresa, la cual detentaría la concesión durante 15 años sin posibilidad de rescisión por fallas u omisiones. Además, la empresa cobra a Torreón una tarifa más cara que ciudades como Monterrey, pese a que ésta es más grande y está considerada como una zona económicamente más cara.
Hace meses, el primer regidor Pedro Ávila advirtió que en caso de renovarse la concesión tendría que ser en condiciones diferentes a las del contrato actual, con el cual “se dejó en desventaja total a cinco Administraciones y en sujeción a miles de ciudadanos que cada año pagan tarifas más altas”.
Otro aspecto a considerar es el hecho de que el Ayuntamiento paga a PASA 7.5 millones de pesos al mes por el servicio, de los cuales sólo recupera 2.5 millones por la aportación de la ciudadanía. Es decir, el Gobierno local tiene un déficit mensual de 5 millones de pesos por este concepto.
Pero el Ayuntamiento de Torreón también debe aprender de lo ocurrido en la vecina ciudad de Gómez Palacio, en donde se privatizó el servicio de recolección de basura a través de un procedimiento oscuro, muy cuestionado -ventilado incluso en tribunales- y desarrollado muy cerca del proceso electoral local.
Con estos antecedentes, la Administración de José Ángel Pérez tendrá que decidir entre dos opciones: renovar el contrato a PASA en condiciones mucho más favorables para el Municipio y la ciudadanía, o rescindírselo, volver a licitar y seleccionar a la empresa que presente la mejor propuesta en un proceso transparente y que no se vea ensombrecido por las elecciones que se llevarán a cabo en 2009.
