Nadie frena la tala. Hay comuneros que esperan medidas más drásticas que sanciones económicas, pues el dinero lo sacan del mismo bosque, y en eso nadie se esfuerza.
OTÁEZ, DGO.- Raya el alba en Piélagos. Toñito despierta, como cada mañana, en busca de los primeros rayos del sol para mitigar el frío. Tiene seis años, y a su corta edad ya piensa en ser médico, inocente del destrozo forestal a su alrededor.
Su incipiente anhelo es llegar a curar enfermedades en la gente de su pueblo; no sabe que el principal mal en Piélagos es de conciencia. En cuatro frentes, los taladores derriban pinos para abastecer la industria y otros solamente para tener espacio para el cultivo de marihuana.
Paulino Córdova Quiñones, delegado de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), reveló la existencia de irregularidades en la comunidad de Piélagos, luego de una inspección en diez predios forestales por parte de seis técnicos, pudiera haber sanciones administrativas, tal como hace 17 años en que pagaron 317 mil mil pesos y otra semejante hace 14 años, dijo el comunero Juan Bautista Corral Reyes, a causa de la madera muerta regada.
Complen la misión
Para llegar a esa conclusión, días antes dos brigadas salen a cumplir la misión muy de mañana: constatar el estado que guarda Piélagos y tomar medidas de protección a esta parte de la Sierra Madre Occidental; hay quienes se molestan por la presencia de los técnicos de Profepa y otros por el resguardo de tres agentes de la DEI.
Mientras tanto, Toñito, igual que sus cuatro hermanos, se queda en “Arranca Barbas”, campamento de los comuneros inconformes con la tala e inequidad en la distribución de utilidades.
Cabe destacar que los parajes recorridos significan un 5 por ciento de la extensión del área de Piélagos, donde se derribaron 174 árboles ilegalmente con un volumen estimado en 153 mil 511 metros cúbicos, todo eso sin marca; otros 50 con marca ilegible, equivalente a 63 mil 255 metros cúbicos y 21 pinos igual a 45 mil 526 metros cúbicos, supuestamente con una marca de hace cinco años. En total son 267 mil 292 metros cúbicos de madera ilegal, según el dictamen del técnico forestal Cayetano Muñoz Rivas.
Saqueo de madera
Piélagos tiene 16 mil 875 hectáreas de bosque aprovechable, comunidad que ha sido materialmente saqueda por espacio de 30 años. En 2007 no han plantado un solo pino, lo admiten los poseedores, pero el bosque es benigno y brotan retoños sin negar que otras áreas están condenadas a la erosión o peligran de incendios por tanta madera en rollo regada por los caminos de este corazón de las Quebradas.
Se observa un olvido del bosque; los comuneros sólo se preocupan de las utilidades, por lo cual no cesa la tala. No hay trabajo de campo; por lo tanto, quedaron excluidos de las bondades de programas federales como Proárbol por las pugnas entre los tenedores del bosque amafiados con Víctor Manuel Reyes Loera con los expulsados por contravenir a sus intereses.
El engaño
Cae el crepúsculo y las brigadas retornan a sus respectivos cuarteles; en “Arranca Barbas”, integrada por 26 viviendas, se refugia el grupo inconforme, hacen la fogata y Toñito se aproxima a curiosear el ambiente de quienes manifiestan su fe en que se haga justicia y se proteja al bosque donde hoy impera la corrupción.
Para formar cacicazgos Reyes Loera les vendió la idea de formar los cuatro grupos con duración de un año, pero luego, solapados por la Secretaría de la Reforma Agraria (SRA), convinieron en quedarse de nueve a diez años en el cargo, con lo cual se les facilita hacer y deshacer a su manera y ésa es la inconformidad de los verdaderos comuneros.
Juan Bautista Corral Reyes, jefe del grupo cuatro de la comunidad, señala que ingresaron como comuneros en 1989, mientras Rubén Mejorado, Nicolás Corral y Miguel Corral Núñez, entre otros, son nietos de los fundadores propietarios desde 1930, pero ahora son expulsados indebidamente, según aseguran estos últimos.
Reglamento amañado
El 2 de marzo de 2005, los cuatro jefes de grupo realizan una asamblea azuzados por Reyes Loera, para formar un reglamento y depurar a los inconformes a sus intereses; a esa reunión asistieron 110 comuneros de los 704. La votación fue 60 a favor y 50 en contra.
Cabe señalar que la lista de comuneros está viciada, pues aparecen nombres como Isabel y Pilar Mejorado, asesinados el 29 de septiembre de 1958, y así un total de 50 finados, 30 antes del convenio y 20 despues; los difuntos y nombres repetidos aparecen en el padrón a efecto de dividir más las utilidades, aunque los jefes de grupo se quedan con las diferencias, acusa el grupo de inconforme.
De todo esto Toñito desconoce, su vida en “Arranca Barbas”, la escuela y su hogar es todo lo que tiene. De no frenar la tala y conciliar intereses los comuneros, sólo vivirá del recuerdo de una inmensa fuente de riqueza que es el bosque.
Antecedentes históricos
El 24 de noviembre de 1891, Cayetano Mejorado concibió la idea de adquirir la comunidad de Piélagos en acciones, motivó a nueve personas y así el grupo de los diez logró el objetivo.
Para entonces la comunidad estaba integrada por dos mil 500 hectáreas, según expediente, con derecho de una décima parte a cada uno de los siguientes accionistas: Cayetano Mejorado, Miguel Corral, Anastasio Corral, Mercedes Corral, Nicolás Corral, Cipriano Madriles, Victorina Corral, María de Jesús Ontiveros, María de Jesús Reyes y Margarito Valdez.
Después pasaron los derechos a los hijos y luego a los nietos, pero al paso del tiempo llegó gente de otros lugares que después reclamaba derechos sin tenerlos. Por resolución presidencial de 1968, la comunidad aumentó hasta llegar a la fecha a 16 mil 875 hectáreas.
Lamentablemente, a causa de la SRA se formó un padrón prostituido, ya que esta dependencia federal incluyó a muchas personas ajenas a la comunidad y permitió la expulsión de los nietos de los fundadores, con su manera típica de resolver problemas a la ligera, sin medir las consecuencias posteriores. A la fecha son 704 comuneros, a quienes les repartieron títulos como si fueran volantes, sembrando serios problemas y muerte.
Presa de taladores
Los daños al bosque son evidentes, por lo que urge la intervención a fondo de la Profepa, una vez que comprobó irregularidades en la comunidad de Piélagos.
-Desde hace más de 30 años la comunidad de Piélagos es botín de oportunistas.
-En 1980 se hizo el certificado de reconocimiento de miembros de la comunidad.
-Durante 2004 el Programa de Certificados causa problemas al meter gente sin derechos.
-Se han presentado diez amparos; el último procedió con la suspensión de tala por tres meses.
-Tumban pinos en cuatro predios de Piélagos, sin sumar los talados por marihuaneros.
FUENTE: Comuneros de Piélagos.
Les supo bueno
Mediante un convenio de los dirigentes de la comunidad formaron cuatro grupos por un año para repartir las utilidades a 704 derechosos, pero después se vició el manejo de dinero y los cargos se prolongarán de nueve a diez años.
Grupo 1
Camilo Soto Mejorado
Clemente Mendoza Hurtado
Grupo 2
Tomás Mejorado Soto
Arturo García Zurita
Grupo 3
Anastasio Mendoza
Miguel Hurtado Corral
Ascención Mendoza Corral
Grupo 4
Arturo Soto Beltran
María Angelina Corral
Juan Bautista Corral
FUENTE: Comuneros de Piélagos.
Cayetano Muñoz Rivas
Técnico forestal
“Cabe destacar que los parajes recorridos significan un 5 por ciento de la extensión del área de Piélagos, donde se obtuvo un total son 267 mil 292 metros cúbicos de madera ilegal”.
Nicolás Corral
Comunero
“Somos nietos de los fundadores propietarios desde 1930, pero ahora fuimos expulsados cinco comuneros, por estar en desacuerdo con la tala e inequidad en el reparto de utilidades”.