Durante el mes de diciembre no una, sino varias son las veces que los habitantes de Lepe ven nevar en su tierra, algo climatológicamente casi imposible.
Hartos de que en su comarca no nieve nunca, los ciudadanos del pueblo andaluz de Lepe decidieron disfrutar también por estas fechas navideñas de los copos blancos, así que acordaron que si la nieve no venía, ellos la traerían.
Durante el mes de diciembre no una, sino varias son las veces que los habitantes de Lepe ven nevar en su tierra, algo climatológicamente casi imposible.
Más de tres mil personas acudieron a la primera de las nevadas que organiza el Ayuntamiento de la localidad durante las fiestas navideñas y de las que el año pasado pudieron disfrutar unas 70 mil.
Lepe es una pequeña localidad de la provincia de Huelva, en la meridional Andalucía, de 23 mil habitantes, conocida por el cultivo de la fresa y por el buen humor de sus habitantes, protagonistas de numerosos chistes que circulan en España.
La Navidad altera la tranquilidad de este pueblo y son días en los que la población se multiplica con los visitantes de las localidades aledañas y los curiosos que llegan incrédulos de todas partes para ver la “nieve”, en un municipio en el que no cae de forma natural desde hace medio siglo.
Este año incluso se tuvo que diseñar un dispositivo especial de tráfico para evitar los atascos de años anteriores.
Con una fanfarria de trompetas se avisa de la llegada de los copos, y el público se abre paso por las calles para posicionarse en primera fila y dejarse contagiar de la mágica nevada, aunque sea artificial, y que por unos minutos hace soñar, sobre todo, a los más pequeños.
Para lograr el efecto de nevada se instalaron dos cañones en el balcón del Ayuntamiento, ubicado en el centro del pueblo, que expulsan una espuma densa, fabricada por un producto que causa un efecto visual de nevada.
La nieve artificial asciende a unos 12 metros impulsada por la acción de unas potentes turbinas.
Este año, el alcalde inauguró la primera jornada de “nevadas”, tras activar el alumbrado de Navidad del Municipio, con un espectáculo audiovisual que se proyectó desde un “castillo Disney” levantado en pleno centro y que precedió a todas las nevadas programadas después.
Más de 3 mil personas asistieron a este acontecimiento, pero no será el único evento de las particulares navidades “leperas”.
Además, en este municipio también se adelantan las tradicionales campanadas de la Nochevieja, que dan paso al Año Nuevo, y para lo que la noche del 30 de diciembre en Lepe se realiza un “ensayo general”.
Los habitantes del pueblo son convocados en la calle Real para un “ensayo” que, como no puede ser de otra manera, acaba en fiesta.
Entre los preparativos, el Ayuntamiento reparte gratuitamente paquetes con las doce uvas de la suerte, champaña, refrescos y bolsas de cotillón con serpentinas, antifaces y artículos de broma dentro.