En menos de una semana el alcalde, José Ángel Pérez, dio marcha atrás a proyectos que “presumió” como avances de su actual Administración. El pasado jueves el Municipio anunció que los camiones Torreón-Gómez-Lerdo regresarían a su vieja ruta a partir de hoy lunes, es decir, circularán por la Múzquiz hasta la Alianza. Hace un mes y medio el Ayuntamiento ordenó un cambio de recorrido con la intención de hacer más ágil el tráfico en dicha vialidad.
El otro proyecto que “desheredó” el alcalde fue la transformación de la Plaza de Armas en un zócalo. El pasado viernes declaró que ni la encuesta, ni el proyecto salieron del Municipio y que ambos documentos fueron propuestas del Comité del Centenario, lo anterior a pesar de que hace dos semanas presentó el plan ante los integrantes del Grupo Empresarial Lagunero (GEL), donde ponderó los beneficios de la construcción de un estacionamiento bajo la Plaza de Armas.
Estos “bandazos” en la toma de decisiones sólo generan desconfianza entre los ciudadanos, la cual se va incrementando cuando la población se percata de la falta de congruencia de sus autoridades. A medida que la desconfianza es mayor, la credibilidad tiende a disminuir.
Nuevamente las autoridades municipales han evidenciado una falta de planeación y de análisis sobre diferentes variables antes de echar a andar un proyecto. De otra forma los ciudadanos no se pueden explicar por qué un mes y medio después de haber cambiado las rutas, el alcalde anuncia que se va a realizar un estudio para tomar una decisión que beneficie tanto a comerciantes, como a usuarios de los camiones de Gómez. ¿Acaso no era mejor tomar en cuenta dichas variables antes de ordenar el cambio de rutas?
Algo similar sucede con el proyecto de la Plaza de Armas, de un día para otro quedó “huérfano” y a la deriva. A mitad del camino, la actual Administración ya debió haber aprendido de sus errores y percatarse que el ejercicio de gobierno debe ser el resultado de programas, proyectos y no de reacciones que sólo tienen como objetivo rescatar el capital político.
