Autoridades y representantes del Consejo local de Ancianos de la región somalí de Puntlandia negocian la liberación de una médica española y una enfermera argentina secuestradas la víspera.
El embajador español en Kenia, Nicolás Martín Cinto, viajó a la localidad somalí de Bossaso, donde la española Mercedes García y la argentina Pilar Bauza, cooperantes de la agrupación humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF), fueron secuestradas este miércoles.
Martín Cinto viajó desde la capital keniana, Nairobi, hacia Bossaso con el fin de seguir de cerca las negociaciones con los secuestradores, indicaron fuentes oficiales.
Las negociaciones se desarrollan en un lugar montañoso a las afueras de Bossaso, una de las ciudades más importantes de la región somalí de Puntlandia, en el extremo nordeste del país africano.
La Policía continúa cercando el lugar donde están las dos rehenes y los cuatro secuestradores, que formaban parte de un grupo de seis, pero dos de ellos se rindieron la víspera.
La médico española y la enfermera argentina llevan sin comer ni beber desde este miércoles, cuando fueron capturadas, por lo que preocupa su estado de salud, de acuerdo con las fuentes.
Además, al parecer, una de las cooperantes de la organización humanitaria MSF resultó herida levemente en el traslado a la guarida donde las retienen sus secuestradores, indicaron los reportes, sin precisar su identidad.
De momento, agregaron, la situación sigue en vilo, sin que la policía haya cumplido la amenaza de emplear la fuerza en caso de que los secuestradores no se entreguen hoy mismo.
Mercedes García y Pilar Bauza trabajan en Bossaso para la sección española de MSF y fueron secuestradas este miércoles por seis sujetos, tres de ellos enmascarados.
La acción se produjo cerca de un campo de desplazados internos de Bossaso, donde fue capturado el pasado 16 de diciembre el camarógrafo francés Gwen Le Gouil, quien quedó en libertad el último lunes.
Dos de los secuestradores de las dos coooperantes de MSF se entregaron cuando el grupo fue rodeado por la policía, pero aún quedan cuatro más con las rehenes.
El gobierno regional de Puntlandia, en un comunicado reafirmó que su objetivo es buscar un final feliz del secuestro sin que las rehenes sufran daños.
'Nuestro mayor objetivo continúa siendo el rescate a salvo de estas dos asistentes humanitarias y llevar ante la justicia a los responsables de este acto', remarcó.
Por su parte, los secuestradores prometieron liberar a las dos rehenes si se respeta su vida.
Asimismo, para liberar a Bouza y García, exigieron garantías de que no se les perseguirá por la vía judicial o, en caso contrario, amenazaron con asesinarlas.