Dice el escritor que sociedad mexicana vive una derecha ?hipócrita? y una izquierda anticuada.
EL UNIVERSAL
MÉXICO, DF.- Para el escritor Carlos Monsiváis, mientras que la sociedad mexicana vive una tendencia marcadamente liberal, del otro lado están una derecha ?hipócrita? y una izquierda que no se ha modernizado lo suficiente ni se ha puesto a la altura de ese ideario.
Monsiváis sabe que la falta de memoria histórica no es privativa de México, pero que sus héroes y personajes ilustres -salvo algunas excepciones- han quedado en el pasado.
Poco se habla hoy de liberales de la talla de Manuel Altamirano, Ignacio Ramírez, Guillermo Prieto, Manuel Payno y Vicente Riva Palacio: ?Han pasado durante demasiado tiempo como parte del olvido que sólo se aferra a la memoria a través de los nombres de calles y avenidas?.
Desde esa conciencia, el cronista e intelectual, para quien la memoria histórica es la facultad de las colectividades de reconocerse a través de la trayectoria de ideas, situaciones, héroes, antihéroes y simples mortales, creó Las Herencias Ocultas: De la Reforma Liberal del Siglo XIX (Debate, 2006), un libro que ahora es reeditado y donde habla de escritores y militares liberales, desde Benito Juárez hasta Vicente Riva Palacio.
El origen de su libro es que entre los liberales del siglo XIX y los de la izquierda del XXI hay puntos en común; el primero es la noción de la desigualdad como eje de la vida de las mayorías: ?Una desigualdad profunda que somete a las humillaciones constantes de la escasez y el desempleo a muchos millones de personas?.
La segunda coincidencia que encuentra es la arrogancia y el cinismo de los conservadores: ?Han enriquecido su patrimonio con un elemento no muy localizable en el siglo XIX, la profunda hipocresía... nunca he visto una derecha tan concentradamente hipócrita como la mexicana actual?.
También encuentra semejanzas con los conservadores del siglo XIX en querer someter al país a la religión católica, que es la mayoritaria, pero no la única. A esto se suma ?la campaña todavía disimulada de los obispos por obtener la educación religiosa en las escuelas públicas, ese deseo de volver a las etapas culminantes de su poderío, eso no van a lograrlo, como no están logrando casi nada en el sentido de batallas culturales que tienen que ver con el condón, donde han tenido que retroceder porque la sociedad ya no acepta esos disparates?.
Monsiváis confronta también las diferencias entre los liberales del siglo XIX, ejemplifica que construyeron las grandes victorias culturales del país, vencieron política, militar y culturalmente. Los liberales de hoy tienen la decisión de grupos, de sectores, de participaciones intelectuales, sin embargo les cuestiona: ?Aún no creo que la izquierda partidista sea la heredera de los liberales porque no me lo ha probado?. Como ejemplo reciente recuerda el amago del PRD de postular a Ana Rosa Payán como candidata a la gubernatura de Yucatán.
?Los liberales jamás lo hubiesen entendido y hacían muy bien; que el PRD haya aceptado que fue un dislate prueba que no están seguros de su herencia y del sentido de su trayectoria. Han sido también muy débiles en defender libertades primordiales como los derechos de género, no se manifestaron cuando debieron hacerlo contra las necedades de retirar el condón y de atacar la píldora del día siguiente, no han tenido una política consecuente en muchos de los derechos de la vida cotidiana?.
Aunque reconoce que la izquierda mexicana ha sostenido la causa de los derechos humanos y en la Ciudad de México hizo aprobar la Ley de Convivencia, afirma que la izquierda no se ha modernizado lo suficiente.
Para Monsiváis la tendencia de la sociedad es inequívocamente liberal, considera que Juárez sí forma parte del patrimonio de la mayoría de los mexicanos, pero no de todos, porque hace unos días, por ejemplo, leyó que las sociedades taurinas piden al presidente Calderón declare al toreo patrimonio cultural de México: ?Pedirlo no sólo es desmesurado, es francamente una manera injuriosa de describir lo cultural, las corridas de toros son suplicios de seres vivos a nombre del arte. Espero que el gobierno no conceda esa desmesura. La barbarie nunca es patrimonio cultural?.
Se niega aventurar, pero confía en que la memoria histórica ayuda a verificar, localizar y aclarar los propósitos comunes, lo que es lamentable es que la memoria histórica de la izquierda y de la derecha no viva su mejor momento.
?Ha quedado claro que uno de los debates fundamentales en el país es el que se da entre liberales y conservadores, en este sentido, Ignacio Ramírez, Guillermo Prieto, Ignacio Manuel Altamirano, José María Luis Mora y Francisco Zarco, son estrictamente nuestros contemporáneos