Las administraciones de Torreón, Gómez Palacio y Lerdo han evidenciado en las últimas semanas su escaso compromiso por servir a los ciudadanos que los llevaron al poder. Los habitantes de los municipios más importantes de La Laguna han pagado las consecuencias de gestiones donde la mala planeación y en algunos casos la mala administración de los recursos ha traído como consecuencia desde calles sin pavimentar hasta cortes de luz a edificios municipales.
Torreón puede presumir el ser una ciudad bien administrada, no existe una deuda impagable y puntualmente se paga a proveedores, además de que se ha mejorado la captación de impuestos. Sin embargo, los ciudadanos han tenido que sufrir las molestias que producen obras inconclusas, como el par vial Madero-Comonfort, además de la mala sincronización de semáforos y el pésimo servicio de alumbrado público que mantiene a oscuras las calles de la ciudad. Esto aunado al desgaste provocado por la constante confrontación con el Gobierno de Coahuila.
En Gómez Palacio el alcalde saliente, Octaviano Rendón, así como muchos de sus colaboradores, únicamente se han dedicado a “dar bolita” después de las elecciones, anhelando el final de una administración de pocas luces y muchas sombras. Las recientes lluvias dejaron en evidencia la indolencia de las autoridades municipales, donde ya nadie se preocupa por calles inundadas y mucho menos por reparar baches.
En Lerdo la historia es aún más triste. Al alcalde suplente, Antonio Olivas, le estalló la bomba de los malos manejos de la Administración de Rosario Castro Lozano, donde incluso ya ni siquiera hay dinero para pagar la luz. Por este motivo la presidencia municipal estuvo un día a oscuras debido a que la CFE les cortó el servicio. Con deudas que suman aproximadamente los diez millones de pesos, los panistas lerdenses están más preocupados en ganar una impugnación electoral que en terminar una gestión de manera decorosa sirviendo a los ciudadanos que los llevaron al poder.
El absurdo, así como el espíritu de Kafka, ha rondado las calles de la Comarca Lagunera en los últimos días. De esta forma lo mismo se ordena un cambio de ruta para los camiones sin un estudio previo, que trabajadores municipales se cuelgan de “diablitos” para tener luz y en Gómez Palacio se matan arbolitos precisamente cuando se celebra su día.