Las condiciones del rastro en Canatlán son antihigiénicas, según las quejas de la ciudadanía; señalan el grave riesgo de consumir carne de ese lugar, donde se carece de inspección.
CANATLÁN, DGO.- Aún no se conocen los resultados del análisis de las muestras de carne enviados a la Ciudad de México para determinar las causas de la intoxicación de 30 personas, pero las carnicerías ya están funcionando de manera normal.
Según la Comisión para la Protección contra Riesgos Sanitarios del Estado de Durango (Coprised), conforme a resultados preliminares en los alimentos, no se encontraron heces fecales o salmonela, razón por la que se enviaron algunas muestras a la Ciudad de México para que se hiciera un perfil bromatológico.
Prometieron dar a conocer los resultados en los próximos días, pero a la fecha no hay un dictamen; sin embargo, la Secretaría de Salud, a través del titular de la Coprised, Nicolás Rodríguez Luna, recomendó que consuman este tipo de alimento en los lugares donde se observa que hay cumplimiento en materia sanitaria en el sacrificio de reses.
Desde el momento en que se tuvo conocimiento sobre la intoxicación de los consumidores se tomaron algunas medidas sanitarias en las carnicerías del interior del mercado, propiedad de Rubén Gurrola y Jesús Díaz, cuyos negocios fueron cerrados por las autoridades, pero a la fecha ya están laborando.
Cabe señalar que el rastro municipal está en pésimo estado higiénico y representa un serio peligro para los consumidores de cárnicos; los inspectores se hacen de la vista gorda o existe apatía.
También se mencionó en su momento por parte de Rodríguez Luna que existe la presunción de que la ingesta de carne fue lo que originó el daño de 30 personas en la ciudad de Canatlán.
Como se recordará, el fin de semana anterior se dio a conocer sobre la atención médica que recibieron en diferentes instituciones de salud de esta municipalidad, por lo que se alertó a la población a extremar precauciones al comprar este tipo de productos.
No obstante, todo es igual, ya pasó el problema y las carnicerías siguen su función de dudosa calidad higiénica, así como el rastro.
La gente de Canatlán señala que tanto los inspectores de Salud como de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) no hacen ninguna vigilancia.
Frágil autoridad
A principios de la administración municipal 2004-2007, las autoridades de Salud revelaron que ninguna carnicería contaba con licencia, además de vender de manera riesgosa carnitas en la vía pública.
Por una parte, las autoridades del Centro de Salud iniciaron el procedimiento de dar licencias a las carnicerías siempre que cumplieran con requisitos higiénicos; por otro lado, el Cabildo decidió aplicar el Bando de Policía para retirar las frituras de la vía pública.
De las licencias nunca se informó si todas las carnicerías quedaron regularizadas y por otro lado nuevamente empezaron a vender en las calles las populares carnitas, sin hacer conciencia del peligro que representa tener el aceite hirviendo, la lumbre y el gas como una bomba de tiempo.
Hoy la gente está resignada a no ver solucionados estos problemas, por ser un tiempo electoral donde todos buscan quedar bien con la gente y de ahí las irregularidades que luego repercuten en la salud de las familias.