Para algunos médicos el tema aún resulta un tabú; dicen respetar la secrecía del paciente
El Siglo de Durango
Es mínima la información que se tiene sobre los posibles riesgos que representan para la salud los artículos que son utilizados por ambos sexos para la estimulación sexual; las autoridades de Salud consideran que se deben emplear con libertad y responsabilidad.
Sobre los efectos que pudiera tener en la salud de la población la adquisición de juguetes sexuales, es mínima la información que se puede obtener. Hablar de este tema, aun para algunos especialistas en la materia, resulta un tabú y prefieren escudarse en que respetan la secrecía del paciente.
Con relación a este tópico, el jefe del área de Ginecología del Hospital General de Durango, José de Jesús Guijarro Bustillos, mencionó que este tema hay que tomarlo con mucho criterio por las conductas que pueden tomar los adultos respecto del sexo, ya que habrá gente que lo utilice desde el punto de vista erótico. Sin embargo, hay otras personas que por el desconocimiento pueden afectar sus genitales.
Afirmó que no es adecuado utilizar algo que no es natural, ya que hay conductas que pueden llegar al extremo de causar daño a la salud, de tal forma que el uso de los mismos dependerá del criterio de cada persona.
Explicó que se han presentado casos de individuos que se colocan ?pearcing? en los genitales y al momento de tener relaciones sexuales se pueden causar daño, pero hay personas que son estimuladas de esta manera.
Generalmente este tipo de aditamentos son empleados por los sadomasoquistas.
El especialista manifestó que el hecho de existan cuerpos extraños dentro del aparato reproductor puede causar una afectación, ?pero es respetable la expectativa de que la pareja o el individuo quiera sentir algo diferente?.
Derivado del descubrimiento de nuevas experiencias, han aparecido muchas tiendas donde abundan productos que estimulan al erotismo y que para algunas personas pueden resultar agradables y para otras no tanto.
Sin embargo, Guijarro Bustillo alertó sobre el uso de este tipo de productos ya que pueden generar un daño en la salud.
Mencionó que hay personas que los usan pero no se ha detectado alguna afectación ya que es información que comúnmente se queda velada, sólo se conoce de traumatismo, pero no se aclara con este énfasis.
Destacó que por el respeto que se tiene al paciente no se le pregunta con exactitud lo que derivó en una determinada lesión en sus genitales.
Desde el punto de vista médico, aseguró que está contraindicado el uso de aparatos para la estimulación, ?partiendo de que los humanos somos naturales y que no es necesario usarlos, salvo en casos necesarios?, debido a un trastorno.
ENFOQUE PSICOLÓGICO
En cambio, en opinión del especialista en Psiquiatría Carlos Salas Martínez, la utilización de este tipo de artefactos no representa un problema mayor en los adultos con un criterio desarrollado.
Dijo que en el ejercicio de la sexualidad todo es permitido mientras no haya coacción y violencia; entonces, la utilización de estos productos es una variante de la gente, sin considerar que sea una parafilia.
Subrayó que la parafilia quiere decir algo que es anormal y que son desviaciones del ejercicio sexual pero específicamente en un objeto o una situación determinada que no tenga que ver con el coito.
Ejemplificó que dentro del fetichismo, y con relación a estos objetos, éstos pueden ser un coadyuvante en el desarrollo sexual de una pareja y formar parte de la variación múltiple de la sexualidad humana.
Sin embargo, cuando la persona remite su sexualidad a un objeto, eso es una conducta normal, detalló.
Afirmó que cuando se presenta una parafilia en un individuo es muy difícil que acuda a solicitar ayuda psiquiátrica, ya que resulta algo vergonzoso.
Los exhibicionistas que circundan los centros escolares son parafílicos, y existe pena en ellos para acudir a recibir atención ya que se necesita de un tratamiento muy complejo; sin embargo, sí se les puede ayudar, y este tipo de situaciones es más común que se presenten en hombres que en mujeres, abundó el catedrático de la Facultad de Medicina de la Universidad Juárez del Estado de Durango (UJED).
Reiteró que para una persona que tiene una sexualidad normal no hay alguna contraindicación para la utilización de este tipo de artículos.
REGULACIÓN SANITARIA
La Comisión contra Riesgos Sanitarios de la Secretaría de Salud (Coprised), organismo de la Secretaría de Salud del Estado (Ssa), informó que no se cuenta con un padrón de los establecimientos denominados ?sex shop?, por consiguiente, no se tiene conocimiento de la calidad de los mismos.
El titular de la Coprised, Nicolás Rodríguez Luna, informó que se va a iniciar una verificación en estos lugares para analizar las condiciones de los productos que ofrecen, ya que la Norma 016 establece las especificaciones que deberán contener los condones, geles o productos que tengan contacto con las mucosas genitales.
De tal manera, añadió, que si no se cumple con la normatividad en materia de condiciones sanitarias, se llevará a cabo el aseguramiento y la destrucción del producto, tarea que se realizará de manera conjunta con el Municipio para que haya un mayor control.
A la fecha no se dispone de un padrón de este tipo de negocios, por lo que hasta la fecha se desconocen los productos y las condiciones en las que se venden; en los próximas días, aseguró el funcionario estatal, se tendrán resultados de la verificación.
Además, se inspeccionará que los productos expendidos sean originales y no apócrifos, y que sean artículos de los que se garantice su uso.
REFLEXIÓN
Es indudable que cada día cobra más auge la venta de estos productos en la ciudad de Durango; sin embargo, la ciudadanía en general desconoce los riesgos que puede representar la utilización de los mismos.
La mejor manera de prevenir alguna afectación en la salud es preguntar a gente especializada sobre sus efectos; se han mencionado los puntos de vista médico y psicológico. Sin embargo, la decisión en su empleo debe ser tomado con libertad y con conocimiento de causa para evitar problemas de salud posteriores.
Falta reglamento a nivel municipal
Hasta el momento, en el municipio de Durango no existe una normatividad que regule las llamadas ?sex shop?; por lo menos existen cinco establecimientos de este tipo en la ciudad.
Únicamente se requiere de un permiso de apertura por parte del Ayuntamiento de la capital para su operación.
