El Siglo de Torreón
Gómez Palacio, Dgo.- Érika Rodríguez Medina, vive sobre la avenida del Fresno de la colonia Miguel de la Madrid, donde el sistema de drenaje aún no ha llegado y el agua potable es poca y en ocasiones de mala calidad. Tales carencias han afectado su salud y la de sus dos pequeños.
Desde un jacal construido de cartón, lonas viejas y madera, la joven madre explica que ante la falta de drenaje, se han visto en la necesidad de construir fosas sépticas, lo que le ha representado un gran gasto.
Ahora que su fosa se ha llenado y no cuenta con los recursos suficientes para contar con una nueva, ha decidido toparla y cada vez que desea ir al baño tendrá que trasladarse hasta la casa de su madre, quien vive a dos cuadras y media de su hogar.
Los olores son insoportables, dice, más aún cuando las altas temperaturas azotan a la región, “no podemos ni salir de casa porque no aguantamos”, comenta Érika mientras señala el lugar en donde se encontraba su última fosa.
Aunque gran parte de la colonia cuenta con los servicios básicos, como: agua, energía eléctrica y drenaje, en esta parte, donde precisamente se encuentra el jacal de Érika, carece de agua y drenaje.
“No sé para que están poniendo el cordón en las calles si todavía no contamos con drenaje en toda esta cuadra y parte de la calle Primavera (...) en lugar de desperdiciar el dinero en obras innecesarias deberían de invertirlo en la introducción del drenaje”, comentó la joven madre.
La falta de agua es otro de los problemas que ha enfrentado la mujer desde hace más de ocho años, tiempo en el que llegó por primera vez a este sector habitacional.
Comenta que por las mañanas, ella como el resto de sus vecinas, deben de llenar varias cubetas de agua para beber y realizar la limpieza de su hogar o bien lavar su ropa, de lo contrario no cuentan con nada de agua durante el día.
La madre de dos pequeños, mencionó que en ocasiones el agua sale con tierra, lo que la ha obligado a comprar agua purificada para sus hijos, descompletando el dinero necesario para la comida, “este gasto representa comprar menos de frijoles y tortillas pero con tal de que no se enfermen los niños tengo que hacerlo”, explica.
A pesar de que la mujer ha evitado que sus hijos se acerquen a donde estaban las fosas y que beban agua directamente de la llave, los pequeños lo han hecho provocándoles enfermedades gastrointestinales con frecuencia.
Es por ello que solicita la intervención de las autoridades para frenar tanto las enfermedades de sus hijos y todos los pequeños que habitan este sector de la colonia así como los fétidos olores que despiden las fosas sépticas construidas en cada uno de los hogares que carecen del servicio.
Carencias
Durante ocho años, Érika
Rodríguez Medina ha lidiado con los siguientes problemas:
Falta de drenaje.
Construcción de letrinas.
Fétidos olores.
Falta de agua.
Agua en malas condiciones.