Los Arellano Félix superan la capacidad de respuesta de las instituciones por medio de logística y una red de corrupción que incluye a servidores públicos, afirman.
EL UNIVERSAL
TIJUANA, BC- El Cártel de Tijuana mantiene el control del crimen organizado en todo Baja California.
La detención o muerte de sus más importantes líderes no mermaron su poderío. La disciplina les ha permitido continuar con la venta de narcóticos, secuestros, cobro de piso y otros delitos.
Los reajustes de la organización fueron rápidos tras la captura de Francisco Javier Arellano Félix, "El Tigrillo", de Arturo Villarreal, "El Nalgón", y las ejecuciones de Ramón Arellano Félix, Fabián Martínez González, "El Tiburón", entre otras.
La capacidad de reorganización del grupo se explica por la importancia de la plaza en el tráfico de drogas. Baja California comparte frontera con el estado más rico de Estados Unidos, California.
Policías locales señalan que los Arellano Félix superan la capacidad de respuesta de las instituciones por medio de logística y una red de corrupción que incluye a servidores públicos de los gobiernos federal, estatal y municipal.
Para ello, el cártel determinó que cada una de las células de la organización contara con una distribución territorial, un jefe o líder y entre 50 y 100 operadores.
Sicarios, informantes y cobradores de "renta" y protección se les paga hasta 500 dólares semanales.
Mantener esa nómina hace que recurran a secuestros y cobro de piso a polleros y narcomenudistas.
A seis días de que arrancó aquí el Operación Tijuana con agentes federales, estatales y militares, en menos de 72 horas se registraron cinco asesinatos.
Van ocho homicidios en esta frontera en lo que va del año. Nadie ha sido detenido.