EL SIGLO DE TORREÓN
La Procuraduría de Justicia del Estado (PGJE) no ha conseguido pistas concretas sobre el asesinato de un agente de la Policía Ministerial el sábado 31 de marzo, por lo que no hay una línea firme de investigación.
Carlos Centeno Aranda, delegado de la PGJE, admitió que no tienen retratos hablados de los sospechosos ni huellas digitales levantadas en los vehículos encontrados en una bodega después del crimen y que estarían vinculados con el enfrentamiento que sostuvieron dos agentes de la Ministerial con una banda de sicarios en el sur de Torreón la madrugada del sábado.
Centeno admitió que no hay indicios que apunten a un probable responsable. En tanto, se esperan los resultados de pruebas de balística realizadas por peritos.
El agente Jesús Manuel Tapia, quien sobrevivió al atentado, se encuentra en un hospital particular desde el mismo sábado y ha sido operado ya en dos ocasiones. El reporte es que continúa grave.
Hasta ahora, dijo Centeno, la Procuraduría ha citado a cuatro elementos de la Dirección de Seguridad Pública Municipal (DSPM), que fueron los primeros en llegar al lugar de los hechos, pero rechazó que se trate de una investigación de la Policía de Torreón, como apuntaron varias versiones periodísticas.
El procurador Jesús Torres Charles también negó que se investigue a la DSPM.
Centeno dijo que las declaraciones de Isaías Ramírez, quien fue encontrado atado en la bodega luego del crimen, tampoco han aportado nada.