SÚCHIL, DGO.- La fatalidad abruma a los habitantes de Súchil: pierden a su alcalde Mario Orona Pérez, les retira el Gobierno del Estado el apoyo adicional de 200 mil pesos al mes y carecen de todo respaldo en seguridad pública para frenar la penetración del narcomenudeo.
Asimismo, la principal carretera Súchil-Vicente Guerrero, que los comunica con Durango, está en pésimas condiciones; las autoridades estatales y federales traen como peregrinos a las autoridades municipales con el ya conocido “espérense tantito, ya está autorizada la inversión”, pero a la fecha no hay nada.
Con base en las quejas de los habitantes de Súchil, el secretario del Ayuntamiento interino, Sergio Andrade Sánchez, señaló la cruda realidad económica del Municipio, al grado de prestar algunos centavos a la alcaldesa Eloisa Domínguez Guerrero, para viajar a la capital del estado, pues no hay dinero para viáticos.
Después de la muerte de Mario Orona, el alcalde, el Gobierno del Estado retiró el apoyo de 200 mil pesos que otorgaban al Municipio para hacer frente a algunas necesidades como atención a programas de asistencia social, es decir, donativos para medicinas, traslados de enfermos, funerales y tantas otras demandas de familias de escasos recursos económicos.
La Presidencia Municipal de Súchil se ganó en poco tiempo el mote de “la no hay”; la gente dejó de visitar las oficinas, sabedora de la respuesta negativa y lamentable, añade el Secretario del Ayuntamiento.
Eloisa Domínguez, desde temprana hora, viajó a la ciudad de Durango a tocar puertas para resolver el cúmulo de necesidades en el municipio.
Con respecto al mal estado de la carretera troncal a Vicente Guerrero, está llena de baches, hay apatía de parte del alcalde Bernardo Nevárez Guzmán; la parte de su jurisdicción es la peor y no se digna ni siquiera a bachear como lo hace la Alcaldesa de Súchil.
En la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas (Secope) como en la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) postergan los plazos, aun cuando ya aseguran que existe autorización para reconstruir este tramo de carretera de 13 kilómetros, donde por su mal estado se han registrado accidentes con pérdidas de vida.
Los funcionarios de esas dependencias sólo dicen que es cuestión de días para atender esa vía de comunicación en el sureste del estado, la cual acerca los servicios a varias comunidades del estado de Durango y Zacatecas.
Por otro lado, el narcomenudeo avanza en el medio rural; eso es evidente, pero los policías de Súchil no cuentan con equipo suficiente ni armamento. Las pistolas están parchadas con cinta de aislar, en total cinco armas cortas y tres carabinas con cuatro cartuchos solamente y un R-15.
Además de tener una cárcel a punto de derrumbarse, recientemente se cayó un techo, la radio es de poca frecuencia y hay dos patrullas en mal estado; en fin, los habitantes de Súchil están en manos de la delincuencia.
El Municipio, señala Andrade Sánchez, carece de presupuesto para resolver esa problemática, está prácticamente en la marginación, la Secretaría de Seguridad Pública no voltea para el sureste del estado.
La gente señala que por ser Súchil un municipio con poca población –siete mil 712 habitantes- no les representa muchos votos y por eso les importa poco este territorio de 822.9 kilómetros cuadrados.
Al respecto, Andrade Sánchez destaca que no deberían influir las siglas ni las ideologías en la administración pública, pues lo importante es el bienestar social de todos los duranguenses, no de unos cuantos.