El Siglo de Durango
Sombrerete, Zac.- José Luis Hernández, sólo escuchó el rebuznido del burro, al impactar su automóvil Dodge Dinasty sobre el animal, el cual resultó ser el único muerto.
Ante la oscuridad reinante a las 23:40 horas, la carretera Chlachihuites-Sombrerete luce como boca de lobo y a la altura del entronque a San José de Ranchos, José Luis no pudo evadir al burro y terminó por atropellarlo.
José Luis, de 21 años de edad, manejaba su auto, modelo 1991, sin placas de circulación; se dirigía a su domicilio en el municipio de Chalchihuites. Lo acompañaba Irineo Bermúdez, de 22 años de edad; por suerte, ambos resultaron ilesos.
Como ya se había advertido, la carretera Sombrerete-Chalchihuites constituye un riesgo para los automovilistas, pues amén de los enormes hoyos que tiene, existen animales sueltos que han provocado diversos accidentes.
UN SERIO RIESGO
Ya se había advertido sobre el riesgo que representan los corrales ubicados a orillas de la carretera Sombrete-Chalchihuites, pues en las comunidades como San José de Mesillas y San José de Ranchos los ganaderos no cuidan a sus animales.
Ya son varios accidentes los que se han suscitado con vacas que salen al paso en forma imprevista y provocan en algunos casos un impacto directo sobre el animal o la salida del vehículo de la carretera al tratar de evitar a los semovientes.
SE ATRAVIESAN LOS ANIMALES
El burro ahí quedó y la unidad motriz también, ya que sufrió desperfectos debido al golpe con el animal. Los accidentados fueron auxiliados por personal de Seguridad Pública y la Dirección de Tránsito del Municipio, aunque afortunadamente salieron ilesos del accidente.
Las autoridades deben infraccionar a los dueños de los animales, pues a pesar de la advertencia se siguen registrando accidentes con animales en la carretera Sombrerete-Chalchihuites.
