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Sólo la humedad necesaria

La frecuencia de riego depende de muchos factores,  como el clima,  el tipo de tierra y las necesidades específicas de la planta.

La frecuencia de riego depende de muchos factores, como el clima, el tipo de tierra y las necesidades específicas de la planta.

EL UNIVERSAL

¿Cuál es la manera adecuada de regar las plantas y flores?. El principal favor que les puedes hacer a tus plantas es darles la humedad necesaria, pero con cuidado, para no ahogarlas.

Normalmente, las recién plantadas necesitan más agua que las ya establecidas.

Es importante palpar la tierra a su alrededor y sólo echarles agua si aquélla está seca a una profundidad de 2 pulgadas.

La frecuencia de riego depende de muchos factores, como el clima, el tipo de tierra y las necesidades específicas de la planta. Ahora, es mejor regar de manera infrecuente pero profunda, que hacerlo a menudo y con poca profundidad. Lo primero fortalece y ahonda las raíces.

El mejor momento para regar

Por la mañana temprano es el momento perfecto para regarlas, ya que aprovecharán el líquido durante todo el día.

Por la tarde no conviene hacerlo porque el agua suele evaporarse más rápidamente a esas horas. Además, si las hojas no tienen tiempo para secarse, el aire fresco nocturno puede provocar que les salgan hongos. Para el riego, las mangueras de empaque son las idóneas, porque expulsan el agua lentamente y en un flujo regular dirigido a la base de las plantas.

Además, son fáciles de mover por el jardín; puedes enrollarlas en los troncos de los árboles o extenderlas entre las filas de plantas o de flores. El agua sale lentamente por las perforaciones de la manguera y satura el terreno circundante a las plantas.

Este sistema proporciona agua gota a gota directamente a cada planta. Disminuye la evaporación, reduce la pérdida de líquido y puede aliviar los problemas de hongos. Además, permite a las plantas recibir un máximo de hidratación.

Doble uso

El agua de los acuarios es muy buena para el riego, pues el proceso que se da en esos recipientes transforma el perjudicial amoniaco (al que se debe el característico olor a agua podrida) que generan los peces, en nitrato, que es casi inofensivo. Por tanto, esa agua es rica en nitrógeno y otros elementos como el fósforo.

Si el acuario contiene plantas acuáticas y las abonas, todavía su agua será mejor para las macetas, ya que entonces llevará hasta microelementos.

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