El Universal
MÉXICO, DF.- Para Patricia Llaca la vida en la ciudad es un calvario y por eso de vez en cuando se va de viaje sin rumbo, sin tiempo y sin objetivo. La última vez que la conductora de Animal Nocturno salió del Distrito Federal para una fin de semana en la selva de Nayarit. En el camino, los planes cambiaron: ?Iba por tres días y me quedé diez meses?.
A eso se refiere cuando dijo: ?Hay algo en mi alma que busca cosas nuevas, saber cuál es la siguiente curva del laberinto, cuál es la parte que me falta conocer?.
La curva del laberinto en la selva de Nayarit fue muy larga pero también altamente satisfactoria, ?soy un alma gitana?, dijo.
En su segundo día de estancia, todavía con la idea de que en tres días regresaría a la ciudad, se encontró con una comunidad cuya clínica era insuficiente para atender a los enfermos. Como remedio, una doctora instaló un anexo de asistencia social. Ahí llegó Patricia Llaca y conoció un montón de niños que requerían atención.
Comenzó a jugar con ellos, a contarles historias y en eso estaba cuando cayó la noche. Llaca regresó al día siguiente y así sucesivamente hasta que cumplió diez meses.
?Fue una experiencia transformadora porque es una comunidad donde muchos hogares son llevados por madres solteras cuyos maridos trabajan en la frontera o simplemente las abandonaron. La mujeres tienen que salir a trabajar al campo y dejan a los hijos en la clínica?.
Con el pasar de los días, Llaca conoció la vida de los niños: cada uno le contó en qué trabajaban sus padres o cómo recordaban a sus abuelos. A cambio, ella les contaba leyendas, cuentos, mitos.
Una vez, la actriz prometió que al día siguiente les contaría la historia del arco iris. Una anciana se enteró de la promesa y quiso ir a escuchar esa historia. Llaca contó la leyenda del murciélago que en su intento por convertirse en pájaro se robó plumas de colores de todos los pájaros, lo cual originó al arco iris.
La anciana escuchó atenta. Luego se levantó y platicó: ?Cuando era niña yo perseguí al arco iris; nunca lo alcancé porque es infinito, pero puedo decir que estuve cerca?.
Este tipo de anécdotas son las que transformaron a Patricia Llaca: ?Aprendí mucho más de lo que yo pude haber enseñado. El regreso a la ciudad fue terrible; diría que fue una de las etapas más fuertes de mi vida porque no me hallaba, me la pase muy mal?.