El célebre escalador de rascacielos Alain Robert, conocido como el "Spiderman francés", ha escalado las más de treinta plantas de la Torre Agbar de Barcelona, edificio que ya coronó en agosto del pasado año sin protección de seguridad y con la única ayuda de sus manos.
Más de doscientas personas han seguido atentamente a pie de calle la peripecia de este intrépido escalador, que sólo ha necesitado una hora y media para ascender y bajar los más de 140 metros de altura de este edificio, diseñado por el arquitecto Jean Nouvel.
Al volver a pisar tierra firme, Robert fue recibido con aplausos y vítores por parte de los atónitos asistentes, que pudieron inmortalizar la hazaña con sus teléfonos móviles.
Él, sin embargo, no pudo celebrar el ascenso con el público, ya que agentes policiales se lo llevaron rápidamente a comisaría para proceder a su identificación, según informó un portavoz de la policía regional de Cataluña.
A lo largo de su prolífica y arriesgada carrera, Robert ha escalado más de setenta edificios y monumentos, entre ellos el Golden Gate Bridge de San Francisco, el Empire State Building de Nueva York, la Ópera de Sydney, la Torre Eiffel de París o la torre Jin Mao de Shanghai, el edificio más alto de China y cuarto del mundo.
El "hombre araña" ya escaló el pasado mes de agosto, también sin permiso, la emblemática sede de Aguas de Barcelona, en aquella ocasión "a favor de la paz en el Líbano".
La afición de Robert por trepar grandes alturas comenzó a los 11 años, cuando escaló las ocho plantas del edificio donde vivía su familia porque se había olvidado las llaves de casa.
Fue bautizado el "Spiderman francés" en 2002, cuando la televisión venezolana le propuso escalar el rascacielos más alto de Caracas, en el Parque Central, y le ofreció un traje de "Spiderman", con el que hizo un ascenso que, según el portal del escalador francés, fue seguido en directo por millones de venezolanos.