COLEGIO DE CIRUJANOS DENTISTAS DE LA LAGUNA A.C
FILIAL ASOCIACION DENTAL MEXICANA
La piel es el recubrimiento que protege el cuerpo, y la encía en la boca forra los huesos maxilares de la cara rodeando a dientes y muelas en su circunferencia o cuellos de éstos.
La higiene bucal como el bañarnos nos permite mantenernos limpios siendo esto parte de los cuidados necesarios para preservar la salud. Sin embargo aunque sabemos que existen diversas enfermedades en piel y encía y que tienen variadas causas o etiologías en este caso sólo abordaremos la importancia y necesidad de valorar la encía en razón de la posición, tamaño, forma y grosor.
La encía en estado de salud generalmente se describe como con un puntilleo característico a la cáscara de la naranja y con un color rosa similar al salmón, la pigmentación puede tener variantes al igual que la piel.
Una encía con tonos de color rojo, con apariencia de liso y brillante, hinchada o con aumento de volumen son significado de que hay problema.
La posición de la encía la determina su relación con hueso y dientes o molares lo que en condición normal nos presenta una continuidad o margen típico que delimita a las coronas o la estructura que tenemos propiamente para la masticación. Su apariencia es firme no hinchada y con forma de triángulos bien definidos entre dientes y molares.
Si la imagen de los dientes y la encía en su totalidad no es el reflejo del conjunto armonioso o no proporcionan una apariencia agradable, entonces es importante buscar la respuesta a sus inquietudes. Por eso antes de cualquier tratamiento el dentista deberá observar la forma, tamaño, grosor y consistencia independiente esto a que cualquier persona puede observar variantes o alteraciones que son detectadas previamente y no le resultan satisfactorias. Por ejemplo cuando la encía se retrae y expone la raíz dental nos da una apariencia de dientes más largos, esto es importante puesto que además de no ser estético la cantidad de exposición es proporcional a la pérdida del hueso o la pared que le rodea y fija al diente.
En materia de encías lo usual es que el paciente sea tratado porque sangran o por el sarro, pero en muchos casos las características que debemos considerar al evaluar son omitidas ante la circunstancia de dar prioridad a otras necesidades en el tratamiento dental que es de mayor importancia para el paciente por falta de información o porque nos encasillamos en una idea personal del tratamiento dental, sin dejar de considerar que el gasto económico sea un factor determinante.
Cuando ya se concluye en que existe la necesidad de tratamiento periodontal-mucogingival, entonces es importante tomar en consideración que el manejo de los tejidos para corregir los problemas detectados generalmente están sujetos a utilizar técnicas quirúrgicas para condicionar la encía a lo ideal. Un injerto de tejido conectivo es lo usual y el sitio de donde solemos adquirir la encía o tejido para injertar es el paladar. Sin embargo también se puede utilizar piel o material de donador que se tiene en bancos dedicados a su preparación y comercialización, esto es una buena alternativa para los casos en que se considere emplearlo aunque hay diferencias en el comportamiento de la cicatrización el resultado es bueno esto es importante puesto que aún hay personas que anteponen una postura adversa o renuente para su empleo dado al origen del material.