COLEGIO DE CIRUJANOS DENTISTAS DE LA LAGUNA A.C.
Filial a la Asociación Dental Mexicana Federación
(Primera parte)
Podemos definir la endodoncia como la parte de la odontología que se ocupa de la etiología, diagnóstico, prevención y tratamiento de las enfermedades de la pulpa dental, comúnmente llamada “nervio del diente” y tejidos que se encuentran alrededor de la raíz asociados, con el fin de conservar un diente.
Los objetivos generales que se plantea la endodoncia son cuatro:
Diagnóstico del estado del paciente y de la causa de la enfermedad, para establecer la necesidad de tratamiento endodóncico, y proponer la actitud terapéutica más adecuada.
Eliminar la fuente de irritación, (incluyendo los tejidos de la pulpa dental) para lograr así la mejoría de los tejidos que rodean al diente.
Sellar el espacio del conducto radicular, (donde se encontraba la pulpa enferma) para asegurar el éxito a largo plazo.
Comprobar mediante controles periódicos el estado de salud que guarda el diente tratado.
La finalidad del tratamiento endodóntico estriba en obtener la reparación de los tejidos enfermos y en normalizar las funciones del órgano afectado.
Pese al objetivo de tratar de tener un papel preventivo que evite la necesidad de proceder al tratamiento de conductos, el dentista o endodoncista, con frecuencia se ve abocado a la realización de este tratamiento. El mismo se suele dividir en cinco fases:
Diagnóstico.
Apertura cameral y localización de conductos.
Limpieza y conformación del sistema de conductos.
Obturación de los conductos.
Control periódico.
Pronóstico:
El pronóstico general del tratamiento de conductos, cuando el resultado final se ajusta a los criterios de éxito radiológico enunciado, está por encima del 90-95 por ciento, en el caso de los dientes sin infección previa. El porcentaje de éxito en casos con abscesos, desciende a: valores de en torno al 85 por ciento.
Podemos por ello afirmar que la endodoncia es no una alternativa de tratamiento, sino la opción de primera elección en aquellos casos en que realizarla es posible. Es especialmente importante resaltarlo en un momento en el que, los malos resultados que algunos obtienen como consecuencia de una mala técnica por un lado; y la creencia errónea de que los resultados de los implantes son mejores a los de la endodoncia por otro, llevan a muchos profesionales a considerar la endodoncia una opción sin futuro a medio y largo plazo para la conservación del diente.
