Pondrán a la venta en Londres objetos relacionados al banco hundido en 1912.
El chaleco salvavidas utilizado por uno de los supervivientes del Titanic y otros objetos relacionados con aquel transatlántico que se hundió en su viaje inaugural en 1912 al chocar con un iceberg serán subastados próximamente en Londres.
Se trata del flotador que salvó la vida de Laura Mabel Francatelli, y que saldrá a la venta junto a la copia de una carta que escribió esa mujer sólo unos días después de ser rescatada por el Carpathia, informó hoy la casa de subastas Christie's.
El chaleco, firmado por algunos de los diez hombres y dos mujeres que la acompañaron en un pequeño bote en aquellos dramáticos momentos, pertenece actualmente a su sobrino, que espera obtener de su venta entre 75 mil y 117 mil euros.
Otro objeto del mismo lote que se ofrece al mejor postor es una copia de una declaración jurada que Francatelli aportó a la posterior investigación del hundimiento.
Francatelli ocupaba la cabina E-36 y era secretaria de lady Duff-Gordon, una conocida diseñadora y propietaria de uno de los principales salones de moda londinenses, a la que acompañaba su marido.
La carta de la joven describe cómo ella y lady Duff-Gordon perdieron el último bote salvavidas al negarse a dejar en el barco al marido de esta última, un conocido terrateniente escocés.
Finalmente se permitió que acompañaran a Sir Cosmo Duff-Gordon en un pequeño bote de remos, que fue el último en abandonar el transatlántico antes de su hundimiento y cuyos ocupantes serían rescatados por el Carpathia a las seis de la mañana del día siguiente.
Cosmo Duff-Gordon fue motivo de escándalo cuando se rumoreó falsamente que había sobornado a los tripulantes que le acompañaron en su bote salvavidas para que no regresasen al Titanic a recoger a más supervivientes.
En efecto, cuando aquél se enteró de que la compañía del Titanic, la White Star Line, dejó de pagar a los siete tripulantes de su bote desde el momento en que se hundió el transatlántico, dio instrucciones a su banco para que transfiriese cinco libras a cada uno de ellos.
Lo que no pretendía ser más que un signo de generosidad motivó una de las mayores polémicas públicas relacionadas con el Titanic y obligó a Laura Francatelli a presentar una declaración jurada en su defensa.
Pese a que en ella se afirma que en ningún momento se habló de la posibilidad de volver con el bote salvavidas en busca de más supervivientes, Cosmo Duff-Gordon se vio estigmatizado, se encontró con la reputación arruinada y tuvo finalmente que emprender una acción legal.
Entre los objetos que se subastarán el próximo 16 de mayo está también una pintura del mismo año firmada por Charles Edward Dixon que representa al Titanic en el momento de salir del puerto inglés de Southampton.
Su actual propietario compró el cuadro en 1962 por sólo cinco libras y aspira a venderlo por una cifra que oscila entre las ocho mil y las 12 mil libras (entre 11 mil 700 y 17 mil 600 euros).
El Titanic, construido en el astillero de Harland and Wolff, en Belfast, Irlanda del Norte, considerado el más lujoso buque de pasajeros de la época, colisionó con un iceberg en su viaje inaugural de Southampton a Nueva York en la noche del domingo 14 de abril de 1912 y se hundiría 2 horas y 42 minutos después, arrastrando consigo a más de mil 500 pasajeros y tripulantes.
