A sus 19 años, Alhelí Calderón Villarreal planea titularse como médico, estudiar una especialidad, montar su consultorio, después una clínica y a largo plazo formar una familia
EL SIGLO DE TORREÓN
A través de los años, las mujeres de todo el mundo han logrado la igualdad, la justicia, la paz y un continuo desarrollo en el ámbito profesional, que les ha permitido no nada más contar con una mejor calidad de vida, sino también ser reconocidas como seres sumamente emprendedores.
En ocasión al Día Internacional de la Mujer que se celebra hoy, Alhelí Calderón Villarreal, reina de la Facultad de Medicina, habla sobre lo que significa para ella la fecha, sus metas y de cómo considera el rol de las féminas en estos días.
Una joven de retos. A la edad de 15 años fue nombrada presidenta del Club Toastmaster Plahuani de la ciudad de Tijuana, donde radicó hace tiempo junto con sus padres, Hernán Calderón y Mayela Villarreal, de quienes adquirió el gusto por la ciencia médica. Tiempo después fue presidenta de la Sociedad de Alumnos de la preparatoria Lázaro Cárdenas, que tenía un padrón de cuatro mil alumnos; actualmente, con 19 años de edad, cursa el segundo semestre de medicina en la facultad de la Universidad Autónoma de Coahuila (UA de C).
Como una especie de reconocimiento por los logros de todas las mujeres a lo largo de los años, califica Alhelí dicha celebración: además, considera que es el momento ideal para elogiar el papel que cumplen las féminas en las áreas del desarrollo humano, incluyendo invariablemente en el hogar.
Y porque ya no se conforman con cuidar del hogar, sino que salen en busca de sus sueños, la alumna considera que no hay que ponerse límites y que las mujeres deben hacer lo que piensan y lo que sienten, ya que cuando alguien tiene sueños y cree en ellos se pueden lograr.
Alhelí escogió esta carrera por mero gusto y no por insistencia de sus padres que son médicos, desde que tenía dos meses de edad se la vivía en el consultorio de su mamá, por lo que asegura que de ahí viene su enamoramiento por la ciencia médica y el gusto por servir; ahora entre sus metas se hallan titularse, estudiar una especialidad, montar su consultorio, después tener una clínica y a largo plazo formar una familia.
Piensa que una profesionista y ama de casa a la vez llega a tener éxito cuando recibe el respaldo de su pareja, quien le permita compartir las tareas de la casa y los hijos; ambos deben esforzarse por la familia y apoyarse para que uno y otro realicen sus sueños.
