SAN PEDRO, COAH.- Un sexagenario sufrió quemaduras de tercer grado en el 95 por ciento de su cuerpo, cuando al intentar apagar una chimenea tomó un bote lleno de gasolina y lo arrojó pensado que era agua. El lesionado se encuentra internado en el Hospital Universitario de Torreón.
De acuerdo a la información proporcionada por la Cruz Roja, el lesionado fue identificado como Cresencio Hernández Gutiérrez, de 63 años de edad, con domicilio en el ejido Santa Elena.
A las 06:55 en la benemérita institución se recibió una llamada de habitantes del ejido Santa Elena, para reportar que había una persona quemada, de inmediato los socorristas acudieron al lugar y lo trasladaron al Hospital General de esta ciudad, pero por la gravedad de sus lesiones los médicos recomendaron que lo trasladaran a Torreón.
El agente del Ministerio Público acudió a ese ejido para dar fe de los hechos y en el Hospital todavía alcanzó a dialogar con el lesionado, quien le manifestó que antes de las siete de la mañana se levantó y cuando trató de apagar la chimenea se confundió y tomó un bote que contenía gasolina y se lo arrojó a las brazas pensando que era agua.
El combustible provocó que las llamas alcanzaran la ropa del sexagenario y éste de inmediato solicitó auxilio a sus familiares y vecinos para que apagaran el fuego que lo quemaba.
Los socorristas señalaron que los vecinos cometieron el error de tratar de quitarle la ropa al lesionado y esto le provocó heridas más graves, porque las prendas se le habían pegado a su cuerpo y en lugar de ayudarlo le causaron más daño.