Un atacante suicida detonó ayer su carga explosiva en una reunión de líderes tribales opuestos a Al Qaeda en la provincia de Anbar, matando por lo menos a 18 personas, dijeron la Policía y fuentes médicas.
Los líderes pertenecían a la tribu de Al Buissa, la mayoría de los cuales se unieron a una alianza, el Consejo de Salvación de Anbar, contra la rama de Al Qaeda en Irak.
La Policía dijo que el vehículo fue detonado en medio de la reunión, cuando los líderes intentaban solucionar una disputa tribal en el mercado de Amiriya, a 65 kilómetros al oeste de Bagdad.
Unas 18 personas murieron y 15 resultaron heridas, según la Policía y el doctor Ahmed Hussein, del Hospital de Fallujah. Un vocero militar estadounidense que se encontraba en el área, el mayor de la Infantería de Marina Jeff Pool, dijo que los muertos fueron 15 y los heridos 13.
Cuando los lugareños enterraban luego a los muertos en el cementerio local cerca de Fallujah, cuatro proyectiles de mortero cayeron en el cementerio, aunque no causaron bajas, dijo la Policía.
Con anterioridad, varios centinelas abatieron a tiros a una mujer vestida de negro cuando se acercaba a un centro de reclutamiento policial en la capital iraquí, cuya carga explosiva estalló antes de poder llegar al recinto.
Sin embargo, otro atacante suicida logró detonar su vehículo en un control carretero de Ramadi y mató a seis policías.