AGENCIAS
ZURICH, SUIZA.- Pero lo anecdótico se transformó el viernes en noticia cuando un batallón de 170 soldados de infantería suiza penetró por despiste en el vecino principado de Linchestein, cuyo peso específico en la política internacional es aún menor que el de Suiza.
Del incidente se hizo eco el periódico británico The Guardian, que cita al suizo Blick, que asegura que los militares se adentraron más de dos kilómetros en territorio extranjero. Tímidamente y sin hacer mucho ruido, volvieron sobre sus pasos cuando se dieron cuenta de su error de cálculo.
Un portavoz del Ejército suizo confirmó los hechos, pero confió en que el incidente no derivara en un conflicto diplomático con su siempre bien considerado vecino de Linchestein, un minúsculo principado en el que habitan apenas 34 mil personas.
Enseguida las autoridades de Linchestein, que hace frontera por el este con Suiza, han quitado hierro al asunto, y de hecho, en un ataque de sinceridad, han reconocido que ni se habían percatado de la presencia de los uniformados.
Markus Amman, portavoz del Ministerio del Interior, ha justificado con estas palabras que nadie en el principado diera la voz de alarma: ?No nos atacaron con helicópteros o cosas así?.
En un escenario más que improbable de intento de anexión suiza de Linchestein, nadie duda que sería un paseo militar. El principado tiene un tamaño cuatro veces inferior a las islas Canarias y, lo más importante, carece de Ejército. Quizá si vuelve a ocurrir algo así se replanteen la posibilidad de tenerlo.
La frontera común entre los dos países -ninguno de los cuales pertenece a la Unión Europea- no está demarcada físicamente.
A pesar que Suiza fue neutral desde 1555 hasta 2002, cuando ingresó a la Organización de las Naciones Unidas, hasta hace poco tenía uno de los mayores ejércitos del mundo, en relación a su población.
Sin embargo, en los últimos años se ha reducido en un tercio el número de efectivos y el volumen de las Fuerzas Armadas. El servicio militar todavía es obligatorio para todos los hombres de 18 a 42 años de edad, quienes supuestamente tienen que recibir entrenamiento militar de forma regular.