Los surcoreanos erigieron el sábado un altar cerca de la embajada estadounidense en Seúl, con las fotografías de las 32 víctimas de la matanza en el Virginia Tech.
Unas 20 personas, encabezadas por un pastor cristiano, colocaron el altar en homenaje a las víctimas de un estudiante nacido en Corea del Sur. Muchos transeúntes hicieron un alto en el camino, para rendir un homenaje a los muertos.
"Deseo orar para que puedan hacer en el cielo todo lo que no pudieron lograr en la tierra", dijo Park Eun-Kyong, quien contribuyó con el homenaje en la embajada, donde la bandera estadounidense ondeaba a media asta.
El sábado, más tarde, miles de surcoreanos se unirían a una vigilia con velas cerca de la embajada, para expresar sus condolencias a los familiares de las víctimas y al pueblo estadounidense, dijeron los organizadores.
