Familiares de los secuestrados sudcoreanos en Afganistán, celebran las últimas informaciones que afirman que los secuestrados serían liberados pronto como parte de un acuerdo por el que Seúl retiraría en 'semanas' a su contingente de 200 militares que mantiene en Afganistán. (EFE)
Los 19 evangélicos sudcoreanos secuestrados en Afganistán desde hace más de un mes recuperarán la libertad en los próximos "tres o cuatro días" gracias a un acuerdo alcanzado hoy entre los talibanes y representantes de Seúl, informaron fuentes próximas a la negociación.
A cambio de su liberación, Seúl ha aceptado retirar todo su personal militar y civil de Afganistán "lo antes posible", dijo por teléfono uno de los mediadores en las conversaciones, el líder tribal Haji Zahir.
También el Gobierno sudcoreano confirmó que se ha llegado a un acuerdo y que Seúl replegará sus tropas de Afganistán este año, como ya estaba planeado.
El acuerdo incluye otros cuatro puntos: todos los civiles sudcoreanos deberán dejar Afganistán en los próximos días; Seúl prohibirá que viajen más misioneros a Afganistán; los talibanes no atacarán a los voluntarios antes de que dejen el país y, por último, abandonarán su demanda inicial de canjear a los rehenes por presos rebeldes.
Según el negociador talibán Qari Bashir, citado por la agencia afgana Pajhwok, ambas partes aceptaron todos los puntos en el diálogo cara a cara que se desarrolló hoy en las oficinas del Comité Internacional de la Cruz Roja (ICRC) en la ciudad oriental de Ghazni.
Las conversaciones directas se habían interrumpido "temporalmente" el pasado 14 de agosto, después de que los secuestradores liberasen a dos de las rehenes que se encontraban en precarias condiciones de salud.
Sin embargo, ambas partes volvieron a reunirse hoy en un ambiente de cierto optimismo, después de haberse logrado algo de consenso a través de contactos telefónicos en los últimos días.
Según Zahir, en las conversaciones de hoy participaron también, a petición de la parte talibán, dos funcionarios indonesios de la embajada de Yakarta en Kabul y varios representantes del ICRC.
Los insurgentes secuestraron a 23 surcoreanos, entre ellos 16 mujeres, el pasado 19 de julio, cuando viajaban en autobús por la peligrosa ruta entre Kabul y la ciudad meridional de Ghazni.
Cuando apenas había pasado una semana de secuestro, los talibanes mataron a balazos al líder del grupo, Bae Hyung-kyu, un pastor evangélico de 42 años, y el 30 de julio acabaron con la vida de otro rehén, Shing Sun-min, de 29 años.
Según los insurgentes, ambos fueron ejecutados porque el Gobierno de Kabul no había respondido "positivamente" a sus demandas.
El de los coreanos supone el mayor secuestro de un grupo de extranjeros en Afganistán desde la caída del régimen talibán, en 2001.