Miembros del Talibán liberaron hoy cinco rehenes sudcoreanos que mantenían en su poder desde el 19 de julio último, horas después haber entregado a otros tres y tras el acuerdo alcanzado la víspera con Corea del Sur.
El líder tribal afgano Haji Zahir, mediador en las negociaciones entre el gobierno sudcoreano y remanentes del régimen fundamentalista del Talibán, confirmó la liberación de los ocho rehenes, siete mujeres y un hombre.
En declaraciones a la prensa internacional, Zahir dijo que los sudcoreanos fueron liberados en las a fueras de la occidental ciudad de Ghanzi y después de manera personal los entregó a miembros del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).
El primer grupo estuvo integrado por tres mujeres de entre 31 y 34 años de edad y fue liberado en la localidad de Qala-e-Kazi. El segundo lo conformaron cinco misioneros, quienes le fueron entregados al mediador afgano, según informes de prensa.
Los reportes informativos señalaron que los secuestradores pondrían en libertad en el transcurso de este miércoles a los otros 11 sudcoreanos que aún mantiene en su poder, pero Zahir rechazó que estas acciones pudieran realizarse este día.
En Seúl, el portavoz de la Cancillería surcoreana, Cho Hee-yong, dijo que las primeras tres rehenes liberadas son Ahn Hye-jin, Lee Jung-ran y Han Ji-young, quienes están en buen estado de salud.
La liberación de los sudcoreanos fue acordada la víspera, luego de varios días continuos de negociaciones entre diplomáticos de Corea del Sur y del movimiento islámico fundamentalista, que según algunos reportes podría retener también a un ingeniero alemán.
El movimiento Talibán aceptó poner en libertad a los rehenes a cambio que el gobierno sudcoreano acelere el retiro de los más de 200 soldados que tiene desplegados en Afganistán para ayuda humanitaria, proceso que se espera concluya a finales de este año.
Otro de los puntos del acuerdo fue que las autoridades de Seúl impidan que grupos religiosos viajen al país islámico en campañas de evangelización cristiana, como fue el caso de los secuestrados.
Los 19 rehenes son parte de un grupo de 23 voluntarios sudcoreanos que fueron secuestrados por talibanes el pasado 19 de julio para exigir la liberación de varios de sus compañeros presos en cárceles de Afganistán y el retiro de las tropas surcoreanas.
Los misioneros sudcoreanos, en su mayoría mujeres, fueron capturados en una carretera que une la capital afgana con la sureña ciudad de Kandahar, antiguo bastión Talibán que gobernó Afganistán entre 1996 y 2001.
Semanas después del secuestro y tras vencerse varios plazos para que se cumplieran las demandas, el grupo ejecutó a dos de los rehenes para ejercer presión al gobierno afgano y la semana pasada liberó a dos mujeres en un gesto de buena voluntad.
