Desde muy temprano, decenas de adultos mayores se dieron cita en la explanada de la Presidencia en espera de sus apoyos.
Por Adriana Guadalupe Miranda
El Siglo de Torreón
SAN PEDRO, COAH.- Asunción Contreras, de 64 años y Silvino, de 71, se encuentran en la fila en espera de su cheque, el cual cada dos meses reciben por parte de la Presidencia Municipal. “No es mucho, pero siquiera nos ayuda para comer”, dice la mujer, quien desde hace dos días espera recibirlo.
Vive en el ejido San Rafael de Abajo, ubicado a una hora de la cabecera municipal trasladándose en camión. La primer cita los hermanos Contreras la obtuvieron para el lunes, pero no fue así.
Para llegar hasta la cabecera municipal, Asunción debe levantarse a las seis de la mañana para ayudar a su hermano, quien asegura, tiene dificultades para hablar y moverse. Ella desconoce realmente qué es lo que le pasa a su hermano.
Para alcanzar el camión que los llevará a su destino, deben salir de casa a las ocho para estar en la fila alrededor de las nueve y media, en la cual permanecerán por más de dos horas.
“Nos tienen aquí desde el lunes, nos hacen dar muchas vueltas, es muy pesado para nosotros porque venimos desde muy lejos”, dice la mujer quien espera su turno sentada a un lado de su hermano menor.
El lunes no obtuvo nada, por lo que fue necesario regresar al día siguiente. Esta vez corrieron suerte. Tras dos horas de espera, los hermanos Contreras obtuvieron su dinero.
Son poco más de dos mil pesos, los cuales deberán de administrar durante dos meses, tiempo en el que recibirán, de nueva cuenta, su cheque.
“Es muy poco para todo lo que tenemos que pasar para tenerlo”, dice preocupada Asunción, mientras toma del brazo a su hermano, quien con dificultad sabe lo que pasa.
En comida y un poco de medicinas, es en lo que se va el dinero de Silvino, “no tiene a nadie, por eso lo ayudo en todo”, comenta su hermana.
La mujer, en cuyo rostro muestra cansancio, menciona que “las autoridades deberían permitir que otro familiar pudiera venir por el dinero, pues a veces es muy difícil para ellos, pues la mayoría son viejitos y como mi hermano, hay otros que no pueden trasladarse con facilidad”, señala Asunción, quien ayudando a su hermano a caminar se retira de la explanada de la Presidencia, lugar en donde se llevó a cabo la entrega de los apoyos.
AYUDA
“Para comida y algunas medicinas nos sirve la limosnita que nos dan en la Presidencia”.
ASUNCIÓN CONTRERAS,
AMA DE CASA