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Teatro en ‘sueños’

Grandes y chicos disfrutaron el espectáculo del Teatro Negro de Praga. (Fotografía de Ramón Sotomayor)

Grandes y chicos disfrutaron el espectáculo del Teatro Negro de Praga. (Fotografía de Ramón Sotomayor)

Niria Ramos Marín El Siglo de Torreón

El Teatro Negro de Praga emociona a los laguneros con su presentación dentro del Festival Artístico Coahuila 2007

TORREÓN, COAH.- Nadie supo si lo vio o lo soñó, lo cierto es que todas las personas que presenciaron el espectáculo del Teatro Negro de Praga se divirtieron como nunca.

Grandes y chicos por igual disfrutaron esta presentación de gran calidad a cargo del grupo dirigido por Vladimir Kubicek y Jiri A. Srnec, quienes a través de sus fantásticos personajes convirtieron el Teatro Nazas en una verdadera fabrica de sueños.

El programa que presentó la compañía al público lagunero constó de nueve cuadros, en los que a través de la especial iluminación de la luz negra lograron resaltar los colores fluorescentes de sus elementos como cuerdas, ropa, botellas, cadenas, faroles y hasta un pez que nadó en “agua” transparente.

Como número inicial se presentó La Lavandera, donde una joven lava su ropa y la cuelga en una cuerda, de pronto ante los ojos impávidos del auditorio la ropa comenzó a moverse por sí misma y a jugar.

Luego en el segundo sketch titulado El Fotógrafo, un joven con su cámara trata de conquistar a una chica mientras su artefacto de pronto cobra vida dando lugar a cómicas situaciones que recuerdan un poco a la época de cine mudo.

En la siguiente secuencia los laguneros pudieron disfrutar el cuadro titulado Las Maletas, una divertida situación se desencadena cuando dos hombres inician una batalla por ver quien tiene la maleta más grande, y ante la risa del público la maleta grande acaba comiéndose a la más pequeña y al final una mucho más grande termina por comerse a los dos competidores.

El violinista es un bello cuadro sin duda y uno de los que más le gustó al público ya que al igual que en las demás secuencias su violín termina transformándose, en esta ocasión inesperadamente se transforma en un pato, y en vez de tocar el violín el hombre ofrece un divertido recital al sonido de ‘cuac, cuac, cuac’, afinando a su pato y demás.

El romanticismo más cómico llegó con El Prisionero, que en su afán de acercarse a una joven sufre los más graciosos accidentes, todo esto en uno de los cuadros del espectáculo en los que se utilizó mucha más pantomima e improvisación.

Después del intermedio, El Mago llegó a escena, rubio y carismático, pero sobre todo con mucho humor, el mago manejó a la perfección su sombrero, varita mágica, sus lienzos y muchos otros elementos, haciendo del fondo oscuro un espacio ideal para que el público quedara inmerso en un mundo de ilusión e impacto.

Una pócima embriagadora no podía faltar en el espectáculo del Teatro Negro de Praga, y eso fue precisamente lo que dio pie al surrealista número titulado Los Faroles, en donde un inventor se emborracha y de pronto, ante sus ojos surgen imágenes duplicadas de un farol que está en ‘la calle’ éste comienza a danzar ante la alucinación del inventor y de pronto ya no es uno son dos faroles que danzan al ritmo del inventor, luego, son tres y así se alteran ante la vista del espectador que no da crédito a lo que ven sus ojos.

Pero definitivamente el momento sublime y con el cual muchos laguneros llevaron su asombro al máximo fue el número titulado El Pescado, una fantástica historia de un taxista que sueña mucho en esta ocasión le toca subir un pasajero con un pescado, por la noche cuando está en su cama, el taxista se envuelve en muchas de las más geniales visiones, iniciando con la llegada de un pez a su cama que le pide que abra la llave del agua y obedeciéndolo el taxista inunda el cuarto, luego de su cabecera se desprenden medusas resplandecientes que danzan al ritmo de la música lo cual produce una mágica imagen que hizo aplaudir al público mucho más que en los momentos anteriores.

Finalmente, la compañía del Teatro Negro de Praga, cerró con broche de oro gracias al número de El Caballo, que era de trapo, con patas fluorescentes, con carácter de perrito y que provocaba divertidas reacciones a su ‘amo’, esta parodia de un western arrancó las carcajadas de los asistentes.

Sin duda esta presentación fue un gran ejemplo de las maravillas que pueden lograr con un grupo de actores bien capacitados y sobre todo muy bien coordinados, el trabajo en equipo logró brillar y al final de la presentación muchas personas del público se pusieron de pie ovacionando el trabajo de la compañía y llevándose a casa uno de los mejores recuerdos de un escenario.

Con esta presentación, se abrió el Festival Artístico Coahuila 2007 y el programa del tercer aniversario del Teatro Nazas.

Asombran

Los números de los que se compuso la presentación del Teatro Negro de Praga en el Nazas fueron:

■ La Lavandera.

■ El Fotógrafo.

■ Las Maletas.

■ El Violinista.

■ El Prisionero.

■ El Mago.

■ Los Faroles.

■ El Pescado.

■ El Caballo.

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