Las autoridades no cumplen con el monitoreo para detectar y combatir la enfermedad en huertos de manzana
EL SIGLO DE DURANGO
CANATLÁN, DGO.- A seis años de hacer acto de presencia la bacteria “tizón de fuego” en los huertos de manzana y de solicitar que se autorice una campaña permanente para erradicarla, no hay nada concreto.
Incluso, el año pasado autorizaron la instalación de un laboratorio para monitorear la presencia de la bacteria en la zona frutícola, con el objetivo de prevenir daños en la producción y arbolado y aún no cumplen los funcionarios de Gobierno, afirma Antonio Ruiz Canaán, presidente de la Integradora de Productores de Manzana en el Estado.
La zona se encuentra al 80 por ciento de su floración, y a pesar que de hay pronósticos favorables en la producción, los fruticultores viven momentos de incertidumbre porque pudiera presentarse de manera sorpresiva el “tizón de fuego”, tal como en los últimos seis años, causando serios daños.
“Sin el monitoreo los productores aplican bactericida en sus huertos, por si las dudas, tal parece como estar disparando escopetazos al aire sin tener un objetivo claro a la vista”, añade el dirigente.
Están conscientes de que también el tiempo es propicio para el “tizón de fuego”, por ejemplo el clima y la humedad al 80 por ciento al amanecer y por las tardes al 20 por ciento; por eso los productores se ven en la necesidad de aplicar bactericida.
“Lo ideal sería que primero se realizaran monitoreos para que los productores fumigaran en puntos específicos y cantidades adecuadas, de acuerdo a las recomendaciones de los técnicos, pero lamentablemente no hay nada”, dijo.
Se han limitado a reuniones y proyectos, pero las autoridades no han concretado las demandas de los productores, los cuales temen vivir los mismos problemas que en otros ciclos.
Reitera que es necesario que las dependencias federal y estatal autoricen la campaña contra el “tizón de fuego”, pues a la fecha solamente consideran como contingencia la presencia de esta enfermedad, y los recursos como las estrategias resultan insuficientes.
Tiene seis años
Hace seis años la bacteria “tizón de fuego” hizo su aparición en la región de La Cañada, municipio de Canatlán, y desde entonces cada año surge en mayor superficie, causando baja en la producción de manzana.
A la fecha son varias partes de la zona frutícola de Canatlán las que han sufrido daños por esa misma causa; las autoridades lo saben, pero de los planes no han llegado a los hechos.
También Sanidad Vegetal hizo saber en su momento que la presencia de la bacteria “tizón de fuego” es parte de la desidia de algunos productores, quienes incumplen con las recomendaciones técnicas, tales como: podar los árboles, no inundar los huertos con agua y mantener limpia la zona entre otras, pero algunos no lo hacen, tienen en el abandono sus huertos, propiciando el surgimiento de esa temida enfermedad.
Cabe señalar que dicha bacteria causó estragos en la zona frutícola de Chihuahua, no solamente en la producción, sino en el arbolado, pues este mal termina por quemar la planta de la raíz al tallo.