Los miembros del sindicato United Auto Workers (UAW), anunciaron un acuerdo tentativo con el que finaliza la huelga nacional de dos días en contra de la compañía General Motors. Esta es la primera huelga nacional desde 1976, cuando las plantas de la Ford Motor Company cerraron. (EFE)
WASHINGTON, EU.- Miles de trabajadores de General Motors en Estados Unidos regresaron a sus puestos de trabajo después de dos días de huelga, tras el acuerdo alcanzado en la madrugada de este miércoles entre la empresa y el sindicato UAW, informaron fuentes del sector.
El acuerdo preliminar para un nuevo convenio colectivo fue alcanzado en Detroit poco después de las 7.00 GMT (las 3.00 de la mañana, hora local), tras 13 días de reuniones maratonicanas en las que trabajadores y empresa discutieron recortes salariales, eliminación de puestos de trabajo y prestaciones sanitarias.
Durante una conferencia de prensa celebrada a las 8.00 GMT, el presidente de United Auto Workers (UAW), Ron Gettelfinger, anunció que el acuerdo suponía el fin de la huelga iniciada el lunes y que los trabajadores afiliados al sindicato volverían a las factorías en el segundo turno de trabajo del miércoles.
“Estamos orgullosos de este acuerdo preliminar y estamos ansiosos de presentarlo y discutirlo con nuestros afiliados”, afirmó Gettelfinger. Poco después de alcanzar el acuerdo, General Motors dijo a través de un comunicado que incluye “un memorando de entendimiento para establecer un fondo independiente para las prestaciones sanitarias de jubilados así como otros cambios al acuerdo nacional”.
El acuerdo está pendiente de la aprobación por parte de los trabajadores de GM afiliados a UAW, cerca de 74 mil. Igualmente, el memorando de entendimiento necesitará la aprobación de los tribunales “y una revisión satisfactoria del tratamiento contable por parte de la Comisión del Mercado de Valores de EU”.
Gettelfinger dijo que espera que el acuerdo sea ratificado durante el fin de semana y añadió que el acuerdo sobre prestaciones sanitarias garantiza asistencia durante los próximos 80 años y que los trabajadores “van a estar extremadamente complacidos” con este aspecto del acuerdo.
GM y UAW no dieron detalles del acuerdo, pero filtraciones a medios de prensa locales señalaron que General Motors financiará el 70 por ciento del fondo que será gestionado por el sindicato, cinco puntos más de lo que la compañía había señalado como límite máximo.
Otro punto del convenio es la puesta en marcha de dos sistemas salariales para trabajadores que no ocupen puestos vitales y que sean contratados a partir de ahora. El salario menor será de 14 dólares la hora, la mitad de la cantidad actual. GM también ofrecerá bajas incentivadas a los trabajadores más antiguos.
El presidente de General Motors, Rick Wagoner, dijo a través de un comunicado que “no hay duda que éste fue una de las negociaciones más complejas y difíciles en la historia de las relaciones de GM y UAW”.
Wagoner añadió que el acuerdo “nos ayuda a solucionar la diferencia competitiva fundamental que existe en nuestro negocio.
Las mejoras de competitividad proyectadas en este acuerdo nos permitirán mantener una fuerte presencia industrial en Estados Unidos junto con futuras inversiones significantes”.
Gettelfinger había dado el lunes la orden de paralizar los centros de trabajo de General Motors en Estados Unidos -la primera vez en más de 30 años en que UAW convocaba una huelga nacional contra GM- como medida para presionar a la empresa y ante el estancamiento de las negociaciones.
La medida afectó a cerca de 74 mil trabajadores afiliados a UAW, pero sus efectos se hicieron sentir en Canadá ante la falta de partes para producir automóviles.
El mismo lunes, una factoría de transmisiones de GM en Canadá que emplea 1,400 personas se vio obligada a paralizar sus actividades por la falta de componentes.
Ayer, otros tres mil trabajadores de la planta número uno de montaje de vehículos de GM en Oshawa, a unos 50 kilómetros de Toronto, también tuvieron que parar ante la falta de motores procedentes de Estados Unidos.
Para ayer, también estaba previsto que la planta número dos cesara su producción, dejando en el paro a otros tres mil empleados.