Tabasco vive hoy una situación de desastre total. Según la Policía Federal Preventiva se encuentran totalmente cubiertos por agua 15 de los 17 municipios del estado dejando como saldo a más de un millón de damnificados, cuando la entidad tiene un total de 2 millones de habitantes.
Por si fuera poco la situación en el sureste mexicano se ha agravado, las lluvias también ya afectaron a Chipas. El saldo es de cuatro muertos, 25 mil damnificados, 4 mil 330 viviendas dañadas, unos 530 kilómetros de carreteras afectadas y 16 puentes derribados.
Mientras la sociedad civil en toda la república se ha organizado para enviar ayuda al sureste, algunos políticos ya comenzaron a aprovechar la tragedia para nombrar culpables y lanzar descalificaciones con tintes partidistas. No se vale que ante el dolor humano, los políticos sólo piensen en aumentar sus capitales. La tragedia de Tabasco no debe ser en este momento politizada, ahora lo importante es ayudar, ya habrá tiempo para las descalificaciones y las acusaciones sin pruebas tan cotidianas en nuestra clase política.
El gobernador de Tabasco, Andrés Granier comparó la situación de Tabasco con la de Nuevo Orleáns tras el paso del huracán Katrina, en el año 2005. En aquella ocasión el problema se agravó debido a que las autoridades de Estados Unidos tardaron mucho tiempo en reaccionar. Tiempo que perdieron buscando culpables mientras la gente vivía a la intemperie.
Hoy nuevamente, como en el terremoto de México en 1985, la sociedad civil da muestra de su solidaridad y madurez, organizándose para llevar ayuda a los hermanos en desgracia. Las autoridades federales, estatales y municipales trabajan de manera conjunta para solucionar la emergencia. Posteriormente habrá de diseñarse la estrategia “para reconstruir Tabasco” como ya prometió el presidente, Felipe Calderón.
Las voces incendiarias de Andrés Manuel López Obrador que hablan de corrupción en Tabasco para no hacer obras hidráulicas, o las de aquellos que responsabilizan a Roberto Madrazo por los días en que fue gobernador, muy poco ayudan. Ya habrá tiempo para deslindar responsabilidades y entrar a la Arena política, hoy hay que resolver lo urgente: ayudar es la prioridad.
