De septiembre de 2006 a febrero de 2007 se aprobaron 55 créditos a diputados con una tasa de interés de apenas 3.7%. (Archivo)
A los legisladores se les presta hasta un año de su salario y se les da 12 meses para saldarlo
Los diputados federales tienen su propio sistema de crédito, con reglas propias para préstamos y tasas de interés muy por debajo que las que la gente tiene que saldar con las instituciones bancarias.
Según el reporte de Anticipos con intereses otorgados a los diputados suscrito por la Secretaría de Servicios Administrativos y Financieros, de septiembre de 2006 a febrero de 2007 se aprobaron 55 créditos a diputados con una tasa de interés de apenas 3.7 por ciento.
El total de dinero prestado por la Cámara Baja es de 13.4 millones de pesos, con un interés de apenas 502 mil pesos.
De acuerdo con información de las instituciones bancarias, las tasas de interés oscilan entre 11.5 por ciento y hasta 16 por ciento, con base en la cotización de los Cetes, que para este año se estableció en siete por ciento. Lo anterior evidencia que “el banco de San Lázaro” resulta la mejor opción.
A los legisladores se les presta hasta un año de su salario y se les da 12 meses para saldarlo, ya que por ser una prestación “interna” debe adecuarse a los informes presupuestarios anuales.
En el registro de préstamos hay 19 diputados del PRI, 12 del PAN, nueve del PRD, dos del PT, 12 de Convergencia y uno de Alternativa.
Los préstamos van desde 40 mil pesos con pagos mensuales de cinco mil pesos e intereses de 142 pesos, hasta los 450 mil pesos con pagos de 50 mil pesos e intereses por mil 800 pesos.
En las normas y lineamientos en materia administrativa de la Cámara de Diputados se señala que no se trata de un “préstamo” sino de un “anticipo” de dieta y bajo esa figura justifican el movimiento de recursos públicos en favor de las finanzas de los legisladores.
“El plazo máximo para liquidar dicho anticipo deberá efectuarse dentro de los diez días hábiles del mes de diciembre del año fiscal correspondiente; en el último año de la Legislatura, la fecha límite de liquidación del pago será dentro de los diez días hábiles de agosto”, señala el texto.
Incluso, el Artículo 21 de las normas determina que en caso de que un diputado no salde su deuda no será acreedor a ninguna sanción; por el contrario, en caso de no-pago o de defunción el préstamo lo pagaría el grupo de parlamentario.
“Tratándose de licencia, las deudas serán cubiertas en primer lugar aplicándolas a su aguinaldo y si hubiera aún un remanente, el mismo sería cubierto con cargo al grupo parlamentario”, apunta la norma.
En la lista de préstamos están registrados los diputados del PRI Alberto Amador, Ramón Barajas, Enrique Benítez, Lourdes Quiñones, Alfredo Ríos Camarena, Ramón Salas, Gerardo Vargas Landero, Patricia Villanueva y María Oralia Vega, con un adelanto de 290 mil pesos a pagar en 11 meses con una aportación de 26 mil 300 pesos y un interés de 975 pesos.
En el PAN se encuentran Dora Martínez, con 308 mil pesos; Emilio Flores, 258 mil pesos; Lucía Mendoza, 256 mil y Antonio Borboa, con 156 mil pesos, entre otros.
Por el PRD está la diputada Maricela Contreras, con 200 mil pesos; Emilio Ulloa, 271 mil; Jesús Velásquez, 244 mil; Irineo Mendoza, 179 mil, e Isidro Pedraza, con 163 mil pesos, mientras que Socorro Flores y Víctor García solicitaron 40 mil pesos.
El préstamo más alto es del diputado José Manuel del Río Virgen, por 450 mil pesos, con un plan de pagos en el que se le descuentan 50 mil pesos y mil 850 pesos de intereses.
Del Río aseguró que el dinero lo requirió por causas de fuerza mayor y que el pago le representa una merma fuerte en sus ingresos, ya que las partidas de Atención Ciudadana y Gestión Legislativa las dona a su distrito. Los diputados de Convergencia son los que solicitaron los préstamos más elevados, incluido su coordinador Alejandro Chanona.
Los legisladores también pueden solicitar un mes de dieta adelantado sin intereses y a pagar en una sola exhibición.
Así, los legisladores “mueven” sus recursos como mejor convenga a sus bolsillos y evitan el trámite y el pago de tasas de interés bancarias que los podría ahogar, como a muchos mexicanos.
Buscan pacto para abandonar sesiones sin ser amonestados
El grupo de Ética de la Cámara de Diputados impulsa un acuerdo para dividir en dos partes las sesiones ordinarias y permitir que una vez que el diputado pase lista y se voten dictámenes, así como puntos de acuerdo urgentes, pueda abandonar la sesión sin ser sancionado y sin la posibilidad de verificar el quórum para una segunda parte.
Lo anterior, para evitar las faltas de los legisladores y con ello desterrar la mala imagen que se tiene de ellos.
Según el anteproyecto del “Grupo encargado de la aplicación permanente del principio ético en la Cámara de Diputados” ya fue turnado a los ocho coordinadores parlamentarios para su análisis, la primera parte de la sesión contendría siete fases, que son las consideradas más importantes y en las que se considera deben estar los legisladores precisamente para emitir su voto.
En la segunda etapa de la sesión, con seis fases, no se requerirá de la presencia de los diputados, quienes así podrán ausentarse. Incluso luego de la primera fase, “no podrá reclamarse el quórum de asistencia”.
El acuerdo tendrá que ser ratificado por el pleno de la Cámara, en caso que no se le haga modificaciones.
En el documento también se impulsa que los diputados sean expulsados de una comisión si presentan dos o más faltas injustificadas; de igual forma propone que una falta a comisión en un día sin sesión del pleno, equivaldrá a una publicación de sus nombres en la Gaceta Parlamentaria y el descuento de un día de su dieta.
El “Acuerdo de la conferencia para la dirección y programación de los trabajos legislativos”, reconoce que uno de los temas que con mayor profundidad se discute, consiste en determinar las acciones y decisiones que acreditan con mayor relevancia el trabajo de los legisladores.
Señala que en distintos parlamentos del mundo, se muestra una creciente tendencia hacia la efectividad en el logro de sus objetivos y para ello se jerarquizan los asuntos que se consideran de necesario conocimiento y resolución -que sería la primera fase de la propuesta mexicana- de aquellos que tienen carácter.
