Toluca se inconforma
El Universal
MÉXICO, DF.- Sin vacilaciones, Rafael Lebrija califica el veto de FIFA a la altura como una "medida absurda" y "unilateral" que atenta contra los derechos de los países afectados.
El presidente de los Diablos Rojos del Toluca encara de esta manera el conflicto ocasionado por la determinación de la Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA), de prohibir los partidos internacionales a más de 2,500 metros sobre el nivel del mar, una medida que perjudica a naciones como México, Bolivia, Colombia Ecuador y Perú
"Es verdaderamente absurdo, pues ya no podremos jugar en nuestro estadio la Copa Libertadores, la Copa Sudamericana y la Copa de Campeones de la Concacaf", comenta Lebrija, presidente del Toluca, único equipo mexicano afectado con la determinación.
Y recuerda que recientemente el Estadio Nemesio Díez fue sometido a remodelaciones que representaron una gran inversión y que se hicieron por recomendación de la FIFA, entre las que se puede mencionar la instalación del alumbrado para jugar partidos nocturnos.
"Nos dejaron atónitos con esta medida, pues nunca hemos tenido problemas, y ya hemos sido dos veces mundialistas con la aprobación de FIFA".
Por tal motivo, el dirigente anuncia el inicio de una campaña para defender el derecho del club a jugar en su estadio todos los partidos que desee, incluidos, claro está, los de carácter internacional.
Por lo pronto, ya se envió un documento a la Federación Mexicana de Futbol (FMF) para que lo haga llegar a FIFA, en el que se hace patente la inconformidad del Toluca y se respalda con puntos de vista de especialistas en medicina deportiva y en pruebas científicas según las cuales es más peligroso jugar a temperaturas infernales (superiores a los 40 grados centígrados) que en ciudades de gran altura.
Además, se buscará la unión con las otras naciones afectadas para hacer un frente común en contra de la medida de FIFA anunciada el domingo.
Lebrija coincide en sus apreciaciones con Carlos Mesa, ex presidente de Bolivia y destacado historiador deportivo, de acuerdo con el cual "restringir los partidos internacionales a ciudades de más de 2,500 metros de altura es una arbitrariedad que ya se demostró absolutamente incompatible con datos fidedignos de carácter estadístico, técnico y de salud en dos oportunidades, en 1996 y 2000".
Cabe recordar que Mesa encabezó una misión de Bolivia en 1996 para defender ante la FIFA la práctica del futbol en La Paz y otras ciudades bolivianas.
De acuerdo con el historiador, hay un completo estudio del Instituto Boliviano de Biología de la Altura en el que científicamente se respalda la práctica del futbol en ciudades localizadas a más de 2,500 metros de altura y sin riesgos para la salud de los deportistas que participan bajo estas condiciones.
Explotan en Sudamérica
Los países andinos reaccionaron indignados al veto de la FIFA a jugar partidos internacionales de futbol en estadios a más de 2,500 metros sobre el nivel del mar, y Bolivia, uno de los más afectados, propuso un frente común para apelar la decisión.
El presidente boliviano Evo Morales solicitó a los mandatarios de Argentina, Brasil y otras naciones latinoamericanas a que se unan para combatir el reglamento aprobado el domingo por la FIFA en un congreso en Zurich, aduciendo los riesgos de salud de jugar en la altura.
“Hago un llamado a los hermanos presidentes de Argentina, de Brasil y de otros países de América Latina”, dijo Morales.
Bolivia, con su capital La Paz ubicada a 3,600 metros, es uno de los países más afectados, ya que cinco ciudades con estadios y equipos profesionales de futbol sobrepasan el límite.
El mandatario señaló que la medida es un acto de “discriminación” y que en una reunión de emergencia de su gabinete para tratar el tema se decidió “enviar en estos momentos una carta pidiendo la reconsideración al comité ejecutivo de FIFA”.
Ecuador (Quito, 2,850 metros), Perú (Cusco, 3,300 metros) y Colombia (Bogotá, 2,650 metros) también se verían afectados por la decisión.
“Ninguna ciudad (superior a los 2,500 metros) fue excluida” del veto, aseguró el portavoz de la FIFA, Nicolás Maingot.
‘Por su boca muere’
“Nací entre las montañas, mi pueblo en Suiza está frente a los cerros más altos de Europa. La altura no me da miedo”. La frase se puede leer en una tribuna del Estadio Hernando Siles de La Paz, situado a 3,600 metros sobre el nivel del mar, y la pronunció en el año 2000 allí mismo, en Bolivia, Joseph Blatter.
El mismo dirigente que, un año antes, sostuvo en Paraguay que “no es más grave jugar en la altura que hacerlo con 40 grados, como ocurre en África, o con 20 grados bajo cero, como en Rusia. La Paz no será vetada, al menos durante mi mandato”.
El mismo presidente de la FIFA que, el domingo, anunció la decisión del comité ejecutivo de ese organismo de proponer ante el congreso que se celebra esta semana en Zurich la prohibición para jugar partidos internacionales por encima de los 2,500 metros de altitud, “por razones médicas y para proteger la salud de los futbolistas”.
El domingo, al anunciar la decisión del comité ejecutivo, Joseph Blatter rompió su promesa a los bolivianos, pero aclaró: “sé que habrá quejas, sobre todo en Sudamérica”. Al menos, nadie podrá negarle su perspicacia.