A la intemperie, una alumna de la escuela Braulio Fernández Aguirre realiza apuntes en su cuaderno durante una de sus primeras clases del ciclo escolar 2007-2008. (Fotografía de Ángel Padilla)
Torreón, Coah.- Bajo la sombra de los árboles, 500 alumnos de la primaria Braulio Fernández Aguirre toman clases. Viridiana Jaramillo, de sexto grado, dice que nunca esperó encontrar su salón en ruinas.
Y es que en el verano, la Secretaría de Educación y Cultura (SEC) demolió los techos de los 18 salones. El objetivo era concluir la rehabilitación de las aulas antes del regreso a clases, sin embargo, los representantes de la constructora alegan que por falta de recursos la obra se encuentra suspendida.
“Me siento muy incómoda porque estamos en un lugar donde nos pega mucho el sol aunque haya árboles, además no nos podemos concentrar porque se escucha el ruido de todos los niños, hay mucho desorden. Extraño mucho mi salón y a mí no me divierte tomar clases en el patio”, comenta Viridiana.
Algunos maestros usan ahora las jardineras de la primaria para dar sus clases, otros están bajo la sombra de los árboles y unos más en los patios. Para sentarse y escribir, los niños rescataron sus pupitres de los salones en ruinas, y los profesores colocaron los pizarrones en bases improvisadas.
La directora Leticia Gutiérrez, explicó que el Instituto Estatal de Construcción de Escuelas en Coahuila contempló a la primaria Braulio Fernández en el programa de rehabilitación de techos y pisos.
“Todo iba muy bien porque rehabilitaron cinco salones, pero de pronto detuvieron la obra porque dicen que el Estado no les ha dado dinero para seguir”.
Dijo que los empleados de la constructora acuden a la escuela pero sólo para realizar trabajos mínimos. En la primaria hay 500 alumnos en el turno matutino y 300 en el vespertino, y según la directora es necesario que la SEC les proporcione 13 aulas móviles mientras concluye la obra.
Las maestras de sexto aceptaron dar clases en un local pequeño, pues como los alumnos están en su último año de primaria, deben presentar exámenes de evaluación.
“En el patio de la escuela no se pueden concentrar, a ver cómo nos va con el calor porque no hay aire y están todos hacinados, no se pueden ni mover”, dijo América Villa, una de las profesoras afectadas.
Karem Hernández, alumna del cuarto grado, dice que no se puede poner atención en sus clases por el ruido que hacen los niños de otros grupos, “hay mucha tensión. No sabía que mi escuela iba a estar así porque mis papás me vinieron a inscribir, y me siento triste porque no me gusta estudiar así”.
Cuota causa problemas en la Bruno Martínez
Un mal inicio de clases tuvieron los alumnos de la primaria Bruno Martínez de Gómez Palacio, donde se les trató de impedir la entrada a quienes no pagaron los 350 pesos anuales por la clase de inglés que ahí se les imparte. Desde temprana hora, un grupo de padres de familia se concentró en la entrada al plantel y según señalaron madres de familia, fue necesario que uno de ellos hiciera mención de una publicación reciente, en el sentido de que quienes negaran la entrada a las escuelas podrían ser castigados con cárcel, pues sólo de esa forma se permitió el acceso. (Por Ma. Elena Holguín)