EL GRAN JUEGO
DE 27 ENTRADAS
Los años han pasado y las grandes hazañas se olvidan en su mayoría, pero es por ello que los cronistas viejos tenemos que recordar periódicamente aquellos momentos fantásticos. Ahora vamos a recordar una hazaña lograda en 1960, hace 47 años, en que un joven pitcher mexicano, entonces llamado Hugo Ríos, lanzó para el equipo Diablos de León un partido de 27 entradas antes de perder en Aguascalientes contra el equipo que era sucursal de los Tigres. Fue ese año que comenzó a funcionar la nueva Liga Central, en que la mayoría de los propietarios de la Liga Mexicana decidieron firmar a prospectos mexicanos para que se desarrollaran.
Ahora acabamos de platicar con el mismo Hugo Ríos, que 47 años después viene como coach de pitcheo de los Olmecas de Tabasco, que maneja Orlando Sánchez. Ríos llegó a lanzar en aquella tarde en Aguascalientes 26 entradas y dos tercios antes de perder el encuentro, y en la entrada del Parque Romo Chávez de Aguascalientes hay una placa que recuerda aquel gran momento. Su contrario lo fue Jesús Rodríguez que salió del partido después de lanzar 23 entradas.
Lo curioso del caso es que el batazo que convirtió en perdedor a Hugo Ríos en la entrada 27 lo conectó el pitcher relevista del equipo Aguascalientes, Gregorio Polo. Usted ya se puede imaginar lo que es para un lanzador el tirar 27 entradas, que son tres juegos en uno. Una hazaña sin precedente en la historia de la pelota profesional.
Recordamos que después de ese fabuloso partido, los Diablos Rojos le hicieron un homenaje a Hugo Ríos en el Parque del Seguro Social, y después fue por seis años pitcher en la Liga Mexicana con varios equipos.
Terminada su carrera ha sido coach en diferentes escuadras por varias décadas y hasta tuvo su oportunidad de manager. Está en los 70 años de edad, según nos dijo, pero lleno de entusiasmo para ayudar a los jóvenes pitchers, como él lo era en 1960 cuando lanzó aquel memorable partido de las 27 entradas.