El carguero “Vera Voloshyna” fue arrastrado a la costa durante una tormenta que golpeó el domingo las costas rusas y ucranianas del Mar Negro hundiendo cargueros y causando un caos. (EFE)
Las autoridades rusas reportaron el hallazgo de tres cadáveres en las costas del Mar de Azov, luego del naufragio de varias decenas de embarcaciones en medio de una tempestad registrada el domingo, informó ayer la agencia rusa Itar-Tass.
El Ministerio de Situaciones de Emergencia ruso consideró que las tres víctimas “podrían ser de tripulantes del barco naufragado Najichevan”, que contabilizó ocho marinos desaparecidos.
Tres helicópteros y 26 embarcaciones de rescate, así como unidades de guardafrontera, participan en la búsqueda de las víctimas del naufragio.
La búsqueda proseguía ayer, a pesar de un nuevo aviso de tormenta emitido por el Centro Meteorológico e Hidrológico, en territorio de la península se esperaba un viento oeste con velocidad de 40 kph, la presión atmosférica de 737 milímetros de columna de mercurio y la humedad de 78 por ciento. En algunos lugares lloverá, en los ríos se espera una subida del nivel de agua.
A pesar de la tormenta, especialistas rusos y ucranianos realizan una operación conjunta de búsqueda y rescate en el estrecho de Kerch. Ellos están buscando 5 marineros de la nave hundida “Najichevan”. Su tripulación estaba compuesta de 8 marineros. Poco antes los cuerpos de 3 personas -presuntos tripulantes de este barco- fueron hallados en la isla de Tuzla.
El centro ruso (en el puerto Kavkaz) al frente del viceministro de Transporte Borís Koval trabaja en interacción con el centro ucraniano en Kerch encabezado por el viceministro de Transporte y Comunicaciones de Ucrania, Valentin Kasapchuk.
A su vez, la agencia noticiosa Interfax informó del rescate de ocho tripulantes del barco carguero Volnogorsk, cargado con dos mil toneladas de azufre, quienes permanecían en un bote salvavidas.
Itar-Tass destacó que la tormenta, acompañada por vientos huracanados de hasta 130 kilómetros por hora, ocasionó una “situación sin precedentes” en el estrecho de Kerch, que une los mares de Azov y Negro, con el resultado de varias decenas de barcos rusos y ucranianos que naufragaron.
Entre los principales daños registrados destaca la pérdida de vidas humanas y el derrame de varias toneladas de combustible en las aguas marinas, lo que provocó la declaración del estado de emergencia en la zona.
En tanto, los tribunales rusos investigarán si hubo responsabilidad penal por el derrame de combustible, bajo los cargos de “contaminar aguas” e “infringir las reglas de seguridad de navegación y explotación de medios de transporte”.
De acuerdo con Itar-Tass, las autoridades navieras rusas habían recomendado a los capitanes de los barcos que se encontraban en el estrecho que se trasladaran a alta mar, para evadir las malas condiciones meteorológicas.
El servicio de navegación, dependiente del Ministerio de Transporte, precisó que en última instancia, “los capitanes de los barcos adoptan la decisión de entrar en el área de puerto o bien quedarse en alta mar, conforme a las situaciones meteorológicas concretas”.
El servicio federal de verificación y control de los transportes estudiará los motivos por los cuales las embarcaciones permanecieron en el estrecho de Kerch.
El experto en temas ambientales Vladimir Slivyak, citado por Interfax, declaró que los naufragios en el estrecho de Kerch y el derrame de combustibles y sustancias químicas es “un desastre ambiental de gran escala, que tomará mucho tiempo para atender”.