La pregunta que muchos nos hacemos es qué dirá el gobernador, Humberto Moreira, de Torreón en su Segundo Informe de Gobierno al cual dará hoy lectura en Saltillo. El cuestionamiento surge porque mientras en otros municipios el Estado ha realizado grandes obras y acciones en diferentes rubros, es evidente que en nuestra ciudad los grandes proyectos apenas están en proceso.
Mientras que en Saltillo se han construido once puentes, en Torreón finalmente dieron inicio los trabajos de construcción del Sistema Vial Centenario en el Nudo Mixteco. En marzo de 2006, a pocos meses de iniciada la gestión de Moreira se anunció con bombo y platillo un paquete de 16 de obras a realizarse con recursos del Impuesto Sobre Nómina (ISN). Donde el Estado ejecutaría en su totalidad el mencionado sistema vial, el Puente de la Alianza, la antigua carretera a San Pedro y la carretera La Unión-La Partida. Sin embargo, a más de un año del anuncio, el recuento nos arroja números negativos: hasta el momento ninguna de estas obras se ha concluido y todas, a excepción del Puente de la Alianza, se encuentra en proceso (es decir que ya se está trabajando en ellas).
En “descargo” de Moreira podemos decir que la controversia constitucional interpuesta por el Ayuntamiento de Torreón en la Suprema de Corte de Justicia por presunta violación de la autonomía municipal por la Secretaría de Desarrollo Regional afectó la obra pública. Ya que los magistrados ordenaron suspender los trabajos realizados por el Estado, aunque no debemos perder de vista que al momento de la resolución jurídica únicamente se afectó los trabajos del Nudo Mixteco.
Sin embargo, dicho conflicto legal no es más que la materialización de la incapacidad del Ayuntamiento y el Estado para lograr acuerdos en beneficios de la comunidad. Problema que tiene su origen mucho antes que la Corte ordenara la suspensión de trabajos y que tiene su génesis en el nombramiento de Eduardo Olmos como titular de la Secretaría de Desarrollo Regional, ex candidato a la Presidencia municipal de Torreón y que en esas fechas se veía como el gallo de Moreira para recuperar la alcaldía de esta ciudad.
Éste fue el “pretexto” para que el alcalde, José Ángel Pérez, entrara en un conflicto permanente con el Estado, del cual los ciudadanos han sido los más afectados.
Un ejemplo de lo anterior, es la eternidad que tardó el Comité del ISN en decidir finalmente qué obras realizar. Ya que mientras el Estado apostaba por la construcción de puentes y obras de infraestructura vial, el Ayuntamiento defendía proyectos como la construcción de museos y de un acuario.
En este contexto es necesario situar en su verdadera dimensión la controversia constitucional interpuesta por el Ayuntamiento que llevó a lo jurídico un conflicto que se desarrolla en el campo de lo político. La defensa de la “autonomía municipal”, en realidad es la defensa que el Ayuntamiento hace de su “derecho” de operar políticamente con miras a las próximas elecciones. La molestia de José Ángel Pérez radica en que el nombramiento de Eduardo Olmos le quita reflectores sobre las acciones realizadas, ya que ambos se “pelearán” por pavimentar más calles, pero no buscando el beneficio de la comunidad, sino como una estrategia para tener una mayor clientela electoral.
Este conflicto entre panistas y priistas propio de la arena política, ha sumido en una parálisis a Torreón. Conflicto que nuevamente amenaza con desbocarse, ya que el Estado y el Municipio han caído en una serie de descalificaciones tomando como pretexto las investigaciones por robo de cable de cobre de alumbrado público. Tema que ha servido al secretario del Ayuntamiento, Rodolfo Walss, para nuevamente aparecer en los medios de comunicación y utilizarlos como tribuna para acusar al Estado de negligencia en las investigaciones, mientras que el delegado de la Procuraduría de Justicia de Coahuila, Carlos Centeno, le responde que el Municipio es ineficaz jurídicamente.
Aunado a este problema, se encuentra la amenaza de Humberto Moreira de revelar “propuestas indignas” de los diputados panistas si los legisladores no se comportan hoy en Informe de Gobierno. Amenaza que ya hizo suya José Ángel Pérez, por lo que advirtió la posibilidad de no acudir al Informe del gobernador, lo que obviamente abonaría muy poco a la armonía entre ambas instancias de Gobierno.
Hoy Humberto Moreira tendrá su gran día. Es previsible que se escucharán las porras de decenas de acarreados, los testimonios en video de los beneficiarios de las obras ejecutadas por su Gobierno, la cifras de metros pavimentados y escuelas construidas. Sin embargo, la pregunta vuelve a ser, qué lugar ocupará Torreón en su Informe. ¿En realidad hay algo que decir, cuando las grandes obras apenas han iniciado su construcción? Es cierto, el Gobierno no sólo hace puentes, sin embargo, todas las acciones del Estado en los diferentes rubros (educación, salud, empleo), se han visto detenidas o al menos entorpecidas por un conflicto con el Municipio netamente político con miras a futuros procesos electorales, arrastrando a toda una sociedad en su conjunto. Por desgracia, la misma disyuntiva de qué informar enfrentará el alcalde José Ángel Pérez cuando le llegue su turno de dar lectura a su Segundo Informe. Ya que en el segundo año de ambas Administraciones los ciudadanos sólo hemos sido testigos de pleitos políticos y un nulo trabajo en beneficio de la sociedad.
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