Español cumple su "sueño" al obtener su cambio en identificación oficial.
Julio Cuesta, un transexual de 50 años, ha conseguido esta semana su "sueño" al convertirse en el primer español que obtiene un cambio de identidad oficial, sin someterse a la cirugía genital, requisito hasta ahora para rectificar los datos referentes a nombre y sexo en el Registro Civil.
"Este reconocimiento ha significado un logro tras una gran lucha que hemos llevado durante mucho tiempo, médicamente durante 25 años y en los tribunales durante cinco años", declaró Cuesta.
Cuando supo la noticia tuvo la sensación de ver cumplido su sueño porque, según explicó, "nunca me he sentido mujer y el que en todos los documentos oficiales ponga lo que yo realmente soy y me siento, para mí es muy importante".
El proceso ha sido largo, pero estos días se siente feliz, atiende llamadas de los medios de comunicación y recibe la enhorabuena de amigos y familiares. "Sin ellos nunca lo habría conseguido", reconoce.
La historia de Julio se remonta treinta años. A pesar de haber nacido con cuerpo de mujer, Julio siempre se sintió un hombre y eso le llevó a comenzar el proceso de cambio de sexo.
Su hermana fue la primera persona a quien contó su situación y su madre cuenta que se enteró cuando, preocupada por el bajo estado de ánimo que veía en su hijo, leyó su diario y desde entonces le ofreció todo su apoyo para comenzar con su proceso de cambio.
Julio pasó cuatro años visitando psicólogos y psiquiatras e inició un tratamiento con hormonas, que tuvo que interrumpir después de que, durante una intervención quirúrgica por un problema de rodilla, una negligencia del anestesista le dejara un mes en coma.
Esta intervención le dejó importantes secuelas físicas que le afectan a la visión, al habla, al equilibrio y a la coordinación de movimientos, así como una discapacidad del 79 por ciento, que le impiden volver a pasar por el quirófano para una operación de cambio de sexo.
Ante esta situación, Julio inició un proceso legal para lograr su reconocimiento como hombre, pero el tribunal rechazó su petición.
Entonces, decidió acudir al Tribunal Supremo, donde se estudiaba su caso, aunque no tendrá que pronunciarse ya que la legislación le ha permitido lograr su objetivo.
El pasado marzo, el Gobierno español aprobó la Ley de Identidad de Género que permite a los transexuales cambiar de nombre y de sexo en el Registro Civil y en el Documento Nacional de Identidad (DNI) sin necesidad de cirugía de reasignación de sexo.
No obstante, esta ley, que recibió el visto bueno del Congreso, exige a quien se acoja a ella el diagnóstico médico de "disforia de género" y la certificación de que, al menos durante dos años, la persona haya sido tratada médicamente para acomodar su físico al sexo reclamado.
Hasta ahora en España los transexuales sólo podían cambiar sus datos en los documentos oficiales si se habían sometido a una operación de cambio de sexo y obtenían una sentencia judicial a favor.
