Inculpan de asesinato a madre que mató a sus hijos al sur de Bruselas.
Bruselas.- La madre que mató a cuchilladas a sus cinco hijos en la localidad de Nivelles, al sur de Bruselas, fue detenida e inculpada de asesinato después de ser interrogada en el hospital de La Louvière, donde permanece desde su fallido intento de suicidio, según informó la Fiscalía en una rueda de prensa.
La mujer no habría planeado el crimen con mucha antelación, pero sí cometió los asesinatos "de manera metódica", puesto que los mató uno tras otro en sus respectivas habitaciones, señaló la televisión pública flamenca VRT.
Aunque el motivo del quíntuple asesinato aún no está claro y Geniève Lhermitte y su marido, el marroquí Bouchaib Mokadem, no parecían tener grandes problemas, la Fiscalía dispone de indicios de que ella se sentía completamente aislada socialmente.
Mokadem, que trabaja en el sector farmacéutico, se encontraba de viaje de negocios en el momento de los hechos y fue puesto al corriente a su regreso.
Antes de la tragedia, su esposa escribió una carta de despedida para una amiga de la que se deduce que "se encontraba en una situación muy confusa", según los responsables de la investigación.
En caso de que sea considerada responsable de sus actos, Geniève puede ser juzgada y condenada por homicidio.
En caso contrario, podría ser internada en un centro especializado.
Los policías que llegaron ayer los primeros al lugar del siniestro están recibiendo asistencia psicológica, al igual que el padre y los compañeros de clase de los niños.
El cruel asesinato de Yasmine, nacida en 1992, Nora (1995), Myriam (1997), Mina (1999) y Medhi (2003) ha conmocionado a todo el país.
Los cadáveres de los menores fueron encontrados ayer en sus respectivas habitaciones después del aviso que hizo la presunta parricida al teléfono de emergencias en torno a las 14.45 hora local (13.45 GMT).
Tras degollar a los niños con un cuchillo, Lhermitte, de 41 años, intentó sin éxito quitarse la vida, llamó por teléfono a los servicios de socorro y dejó dos notas manuscritas en la puerta de su casa con el mensaje "llamar a la policía".
