Cientos de personas celebraron en Caracas, Venezuela, la madrugada de ayer lunes la victoria del “No” a la reforma de la Constitución impulsada por el presidente Hugo Chávez. (AP)
Reconoce Felipe Calderón actitud de venezolanos y de Chávez en referendo.
La victoria del “No” a la reforma de la Constitución impulsada por el presidente Hugo Chávez representa la voluntad de un pueblo que desea la democracia y la alternancia del poder, destacaron ayer gobernantes y líderes del continente.
Al mismo tiempo elogiaron a Chávez por aceptar el revés.
El presidente de México, Felipe Calderón, externó un reconocimiento y una felicitación al pueblo de Venezuela por su participación en la jornada democrática en su país la víspera y al mandatario Hugo Chávez por reconocer el resultado.
“Se requiere un enorme valor para reconocer esos resultados a pesar de haber sido tan apretados, independientemente de que le hayan sido adversos”, indicó.
En conferencia de prensa en el salón Adolfo López Mateos de la residencia oficial de Los Pinos, el mandatario reiteró que su Gobierno será respetuoso de las decisiones de otros pueblos y de la autodeterminación de cualquier nación.
“Seremos respetuosos de la autodeterminación del pueblo venezolano que se ha expresado el día de ayer (domingo) en las urnas, como seremos respetuosos de la autodeterminación del pueblo y Gobierno colombiano en asuntos que son exclusivamente de su competencia”, agregó.
“El pueblo venezolano ha ratificado su voluntad por una democracia de alternancia y esto es muy importante”, manifestó asimismo el presidente peruano Alan García en el palacio de Gobierno de Lima.
“Ningún poder de persona alguna que se perpetúe largo tiempo es positivo”, agregó García, quien también elogió a Chávez. “Sería mezquino con la noticia de la victoria de la Oposición, negar que el presidente Hugo Chávez ha actuado... democráticamente”.
Estados Unidos, que estuvo a la expectativa y que previo al referendo recibió la amenaza de Chávez de que le cortaría el suministro de petróleo si interfería con algún plan con la Oposición, calificó el resultado como positivo.
El portavoz del Departamento de Estado, Sean McCormack dijo que “este es claramente un mensaje del pueblo venezolano de que no desea que su democracia y sus instituciones democráticas sigan siendo carcomidas”.
Para Óscar González, secretario general del Partido Socialista de Argentina que apoya al presidente Néstor Kirchner, amigo de Chávez, dijo que la actitud del mandatario venezolano “fortalece las instituciones democráticas y desmiente la campaña internacional que intentó presentar a Chávez como un autócrata con tendencias dictatoriales”.
El Gobierno de Colombia mantenía silencio sobre los resultados en Caracas, pero el secretario nacional del oficialista Partido Social de Unidad Nacional, Luis Guillermo Giraldo, dijo que “es un llamado de atención al presidente para revisar sus orientaciones... muestra además que él no tiene todo el poder absoluto como creía”, agregó.
La victoria de los opositores a la propuesta socialista de Chávez tiene lugar en momentos en que países aliados al mandatario como Bolivia y Ecuador impulsan proyectos de reformas a su Carta Magna.
En Bolivia, inmerso en un proceso de reforma constitucional impulsado por el presidente Evo Morales, el ministro de la Presidencia Juan Ramón Quintana expresó que “hay que usar el referendo como una de las herramientas que disponen los ciudadanos para otorgarle mayor profundidad a un régimen democrático”. Para la Oposición boliviana, los venezolanos le dijeron “no a la tiranía”.
En Ecuador, el vicepresidente de la Constituyente, Fernando Cordero, se apresuró a aclarar que en su país, a diferencia de la propuesta venezolana, no se está impulsando la reelección indefinida.
“Si es que esa es la razón de la pérdida pues, esa es una decisión de los venezolanos que la tienen que evaluar ellos, nosotros no nos hacemos cargo de la pérdida”, manifestó. “Lo que sí valoramos es la democracia”.
En Managua, el vicepresidente de la república Jaime Morales Carazo dijo que Chávez “fue un ganador al haber reconocido con gran altura, valentía y nobleza el revés que sufrió políticamente”. El Gobierno nicaragüense de Daniel Ortega es el gran aliado de Chávez en Centroamérica.
El presidente del Congreso hondureño, el liberal Roberto Micheletti, calificó de “lección” los resultados. Agregó que son “una señal que los países de América Latina debemos aceptar: que, pese a sus debilidades, el sistema democrático es el mejor y en el cual queremos vivir”, aseguró.
En Asunción, el mandatario paraguayo Nicanor Duarte coincidió al destacar que Chávez “tras reconocer su derrota pidió paz a su pueblo. Es un gran demócrata”.